El 15 de mayo pasado en la ciudad de Bogotá fue convocada una sesión conjunta del subsistema de participación juvenil por parte del gobierno en la cual estuvieron presentes Gustavo Petro y Francia Márquez. En este espacio fueron convocados 500 jóvenes de 49 regiones del país.
Los seis jóvenes que pudieron hablar expresaron en sus intervenciones algunas peticiones respecto a la necesidad de una asamblea de juventud amplia que ha sido una promesa que se ha postergado durante dos años; sobre la necesidad de acción para la protección de la vida de jóvenes en los distintos territorios debido a que están siendo amenazados y asesinados; por la necesidad democracia para tomar decisiones respecto a su futuro; entre otras. Posteriormente Petro hace una intervención en defensa de la igualdad, de la importancia de la juventud, y denunciando la exclusión de su gobierno de parte de los medios de comunicación y de la oposición, sin responder a las exigencias concretas que anteriormente se habían hecho.
La intención de quien moderaba el espacio era terminarlo después de la intervención de Petro, por lo cual varios de los jóvenes que eran participes del espacio, inconformes, exigen a gritos ser escuchados y que Petro respondiera a sus requerimientos. Las intervenciones que se sucedieron planteaban diversas críticas al gobierno, entre las cuales se encuentra la denuncia de no haber cumplido sus compromisos con la juventud y el país, y acusarlo de populismo. Las respuestas del gobierno fueron defensivas, pidiendo por favor: “no irrespetar al presidente”.
Los consejos de juventud según la ley burguesa, son un mecanismo de participación, vigilancia y control de los jóvenes a las entidades territoriales. Se crearon en el 1997, y en el año 2021 se les dio un impulso por medio de elecciones municipales y locales, como un intento de canalizar la rebeldía de la juventud después del Gran Levantamiento Popular, principal protagonista en esta lucha.
Como lo denuncian los jóvenes de los consejos de juventud, el viceministerio de la juventud y las propias políticas del gobierno no han dado respuesta a las banderas que se levantaron en el Gran Levantamiento Popular, el hambre y desempleo se han profundizado, la inflación está por las nubes y la juventud sigue sin encontrar oportunidades para otro futuro.
Que los propios consejeros de juventud sean quienes hayan puesto sobre la mesa esta situación es un signo de que el gobierno no ha respondido a las promesas que hizo a sectores que logro cooptar en su campaña electoral. Además, de que la juventud está perdiendo la esperanza del camino que propone Petro para transformar sus vidas y la sociedad.