Por la Nueva Democracia 

Presentación

Somos un pueblo que aún ansía y lucha por su libertad, somos una nación en formación. El feudal conquistador español se impuso sobre nuestras comunidades indígenas, arrebató sus tierras, sometió a la servidumbre a nuestra gente y sojuzgó la nación. Durante centurias el pueblo anheló la independencia, heroicamente resistió y combatió hasta que en el siglo XIX expulsó al chapetón invasor. Pero el poder político y económico, el Estado y la tierra, quedaron en manos del terrateniente y gran comerciante criollo, ahora como socio y lacayo de un nuevo amo y señor, la Inglaterra capitalista, la nueva potencia que nos dominó.

Despuntando el siglo XX, el imperialismo yanqui desplazó al ingles, grandes capitales exportó a nuestro país para profundizar la explotación de nuestro pueblo y el saqueo de la nación. Un capitalismo monopolista implantó a través de sus agentes locales, los criollos devenidos terratenientes y grandes comerciantes. El fruto del trabajo de indígenas, esclavos, artesanos, campesinos, obreros y pequeños comerciantes, fue usurpado para enriquecer al imperialismo y a los monopolistas locales del capital y de la tierra. Un Estado burocrático-terrateniente, principalmente con la fuerza de las armas, tal injusticia garantizó.

Desde sus inicios la nación se resistió a la dominación y combatió por su desarrollo e independencia. El indígena caribe y el pijao, el negro cimarrón, el pueblo desde la conquista batalló. Campesinos y artesanos en la rebelión de los Comuneros, con José Antonio Galán a la cabeza, definieron la consigna de guerra con vigencia hasta hoy: “oprimidos contra opresores”. Con guerra de guerrillas y épicas batallas, las masas populares, en la gran guerra de independencia, liberaron la nación del yugo español. Pero, como el dominio extranjero continuó, tras la independencia de España, los artesanos se organizaron en sociedades democráticas y lucharon por el desarrollo de la industria nacional.

Alrededor del siglo XX, el proletariado colombiano insurgió cambiando la perspectiva histórica de la nación: impulsó grandes huelgas, adhirió a la teoría revolucionaria, conformó su Partido, definió la necesidad de la revolución democrática, levantó al campesinado e intentó conquistar un gobierno de obreros y campesinos a través de la insurrección. Además de todo esto, impulsó la lucha de toda la nación. Así, el campesinado comenzó también su organización y durante todo el siglo XX, en grandes movilizaciones, tomas de tierra y hasta experiencias guerrilleras demostró ser fuerza principal de la revolución. El resto de la nación, los intelectuales progresistas y los pequeños y medianos propietarios, también en esta lucha por los derechos del pueblo fueron motor.

Hoy, cuando transitamos los años 20 del siglo XXI, tal como lo demuestran los grandes levantamientos de la última década, continúa la lucha por la formación de la nación: por conquistar la tierra, por romper el dominio extranjero, por acabar con el capital monopolista, por los derechos del pueblo, especialmente por su derecho a definir su futuro, esto es, por conquistar el Poder Popular y con él garantizar el bienestar social y el desarrollo e independencia nacional. En pocas palabras, hoy está a la orden del día la Revolución de Nueva Democracia que acabe con las tres montañas que oprimen al pueblo: el imperialismo, el capitalismo burocrático y la semifeudalidad y construya una nación próspera, libre, independiente y soberana.

Es el pueblo laborioso el que ha hecho la historia de Colombia. Solo en su seno encontraremos las fuerzas capaces de hacer la revolución y barrer esas tres montañas. Contribuir a elevar la conciencia de las masas sobre la necesidad de luchar por la Nueva Democracia es el definido y decidido propósito que persigue esta prensa democrática y popular que presentamos hoy al lector. En ella analizaremos la historia y actualidad de la lucha de clases en nuestro país y en el mundo, difundiremos la teoría revolucionaria, conmemoraremos los hitos en la historia de lucha de los pueblos del mundo y compartiremos el arte popular. Nuestro enfoque será siempre buscar la verdad en los hechos, pues consideramos que solo la verdad sirve al pueblo, nuestro estilo será escribir con argumentos, de manera sencilla y popular.

Los grandes medios de comunicación están en manos de las clases dominantes, en ellos se paga al periodismo que oculta la verdad y legitima el actual injusto orden social. Nueva Democracia es parte de la Prensa democrática del pueblo, allí son bienvenidos a escribir todos aquellos que quieran desenmascarar las injusticias sociales y servir a la gran causa de la liberación del pueblo y la nación. Invitamos a todo el pueblo trabajador a leer, difundir, escribir en y apoyar la prensa democrática y popular; sus opiniones, sugerencias y críticas serán aliciente e impulso para cada edición mejorar.

Nuestro más grande anhelo es que las palabras que plasmemos en Nueva Democracia contribuyan a que el pueblo escriba en estas tierras, las más bellas y épicas nuevas páginas de la revolución colombiana al servicio de la revolución mundial.