Los estudiantes, profesores y trabajadores de la Universidad de Antioquia siguen organizándose y movilizándose para exigir soluciones a la crisis financiera de la Universidad. En la Asamblea General Multiestamentaria del 6 de noviembre, la comunidad universitaria decide entrar en Asamblea Permanente y decide realizar un campamento entre el 13 y 15 de noviembre, en el bloque 16 (bloque administrativo), entre otras actividades de presión, como la Gran Marcha por la UdeA.
Durante la Asamblea Permanente, los estudiantes han realizado diferentes actividades; realizaron una toma del bloque 16 y de las entradas vehiculares de la Universidad, realizaron una jornada informativa en un barrio popular aledaño a la Universidad, Moravia, a esta actividad le llamaron “crisis al barrio”, con dicha actividad los estudiantes difundieron a través de expresiones culturales la crisis de la Universidad y buscaron generar apoyo de la gente. Ese mismo día hicieron una reunión de diferentes organizaciones y personas de varias universidades públicas y privadas del país para coordinar una jornada de movilización nacional para el día 21 de noviembre y también en esta reunión se conocieron condiciones concretas de cada universidad y se encontraron un problema común, la grave situación financiera. Por ultimo, en el Instituto de Filosofía llevaron a cabo una toma cultural, y en la Facultad de Educación una asamblea de estudiantes, profesores y trabajadores.
El miércoles 13 de noviembre, antes de instalar el campamento, el estudiantado realizó varias actividades; en un primer momento hicieron una jornada de estampados en camisas y pañoletas, con frases como “Pública la recibimos y pública la devolvemos”, “Palestina Libre”, entre otras, seguido de esto, algunos estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas hicieron un conversatorio sobre como la crisis financiera afectaba a diferentes sectores dentro de la universidad como las comunidades indígenas, afros y sordoseñantes . Y para cerrar esa jornada hicieron una pinta de telas y pancartas que llevarían a la movilización del día siguiente.
Ese mismo día entre las 6pm y las 7pm se dio inicio al campamento en el bloque 16, los estudiantes colocaron sus carpas y se distribuyeron en los distintos comités que se habían conformado para garantizar la logística, la seguridad, la alimentación y las actividades que le darían un carácter político al campamento, también se colocaron telas en la Universidad, principalmente en el bloque 16. Las telas eran de exigencias concretas de la actual coyuntura, así como de exigencias más generales del pueblo trabajador, como “Tierra para quien la trabaja” o de apoyo a la Resistencia Palestina. Además, se establecieron unos acuerdos para estar en el campamento y se organizaron las diferentes actividades y tareas para la próxima jornada de movilización.
El segundo día del campamento, los estudiantes se levantaron desde las 5 am para ir a bloquear la Regional y Barranquilla, vías importantes de la ciudad, con esto buscaban generar presión. Ese día se realizó lo que sería la marcha con más participación de toda la actual coyuntura, que se llamó la Gran Marcha por la UdeA. Luego de regresar de la marcha, se presentaron enfrentamientos con el ESMAD. También ese día se realizó un cine foro y se grabo un video en apoyo a la lucha por tierra y vivienda de las familias agrupadas en Minga Cali.
Finalmente el campamento terminó el viernes 15 de noviembre en la mañana antes de iniciar la Asamblea General Multiestamentaria, en la que estudiantes, profesores y trabajadores saludaron con éxito la Gran Marcha, y denunciaron la falta de respuestas de parte del Gobierno Nacional, Departamental, y Distrital, por lo cual decidieron entrar a Paro Definido hasta el 26 de noviembre.
El campamento, según indican varios estudiantes activistas que participaron de él, fue un éxito; ellos destacan la disciplina que hubo, todos los que participaron cumplían con las diferentes tareas y se mostraban prestos a apoyar en lo que se necesitara; destacan el compromiso con el que se participó, a pesar del cansancio los estudiantes se levantaron a las 5 am para bloquear las vías; destacan la organización del campamento, todos los activistas se habían distribuido en diferentes comités y planeaban colectivamente las actividades; y destacan la legitimidad que tuvo, hubo una amplia participación en el campamento y no hubo rechazo por parte del estudiantado, además, varios estudiantes que habían participado en campamentos como el del 2018 resaltan, con asombro, que en este campamento no hubo tanto consumo de drogas y alcohol y que no se presento ningún tipo de violencia entre el estudiantado.