El pasado jueves 14 de noviembre, miles de estudiantes de la Universidad de Antioquia salieron a las calles a protestar contra la crisis presupuestal que atraviesa dicha institución.
La concentración comenzó al interior del campus universitario desde las 10am. Poco a poco los estudiantes fueron agrupándose, y pasadas las 11am salieron a recorrer las calles de la ciudad de Medellín.
Actualmente la UdeA tiene un déficit presupuestal de más de $400 mil millones, e incluso en una reunión con administrativos realizada hace unas semanas, los estudiantes se enteraron que no estaban garantizados los recursos necesarios para finalizar el año 2024, lo cual encendió aún más las alarmas de la comunidad universitaria.
En Asamblea Multiestamentaria realizada el pasado 6 de noviembre, los estudiantes, profesores y trabajadores se declararon en Asamblea Permanente e intensificaron los mecanismos de movilización y presión que ya venían desde el mes de octubre. Esta marcha, hizo parte de la agenda de movilización programada por el espacio asambleario.
La marcha se caracterizó por la gran alegría de los estudiantes, que, con centenares de pancartas, telas, consignas y pintas en las paredes, difundieron mensajes como: “SOS UdeA” “UdeA en crisis” “Pública la recibimos, pública la devolvemos”. Así mismo, es evidente el descontento contra las entidades gubernamentales, a las cuales los estudiantes responsabilizan de la actual situación presupuestal de la Universidad. Los estudiantes reclaman al Gobierno Nacional de Gustavo Petro y su Ministro de educación Daniel Rojas, ya que, según la Ley 30, el Gobierno Nacional es el principal responsable del financiamiento de las Universidades Públicas de orden nacional, entre ellas la UdeA. Sin embargo, a pesar de la crisis, tanto Petro, como su ministro, no han generado ninguna propuesta concreta e inmediata para salvar la Universidad, solo promesas de una futura reforma a la Ley 30, y simplemente se han dedicado a chutarle la responsabilidad a otras instituciones.
Los estudiantes también responsabilizan a la Gobernación de Antioquia de Julián Rendón, que, según la misma Ley 30, es la segunda institución que debe aportar económicamente, pero que tan solo aporta un 4% del presupuesto de la Universidad, y que, para colmo, la “solución” que ha brindado a la actual crisis, es un crédito de $90 mil millones que, lejos de resolver el problema, lo profundiza, pues el próximo año la universidad estará peor de endeudada. Además, dicho crédito de la Gobernación viene condicionado a implementar políticas de austeridad como la solicitud de reducir el 50% de los profesores de cátedra, entre otras medidas lesivas para los derechos laborales, el bienestar universitario y la calidad de la educación.
Otra institución involucrada es la Alcaldía de Medellín de Federico Gutiérrez, frente a la cual los estudiantes argumentan que, aunque según la Ley 30, dicha institución no es responsable del financiamiento de la UdeA, exigen que el municipio aporte, ya que la UdeA es la principal institución de educación superior de la ciudad.
Y finalmente la administración de la UdeA, encabezada por el rector John Jairo Arboleda, que lleva tres periodos al frente de la institución y es el principal responsable de que esta crisis haya avanzado tanto, y que a penas este año, la comunidad universitaria, profesores, estudiantes, trabajadores, se enteraran de la magnitud de la misma. La comunidad universitaria tiene mucha indignación con la actual administración de la universidad y la culpan de una perversa gestión administrativa.
Esta marcha aumentó la presión sobre las entidades antes mencionadas, los estudiantes realizaron varias acciones de presión que muestran su combatividad y decisión para salvar la Universidad. Una de las acciones, fue el ingreso, por sorpresa y en medio de forcejeos, por parte de un grupo de estudiantes a la Secretaría de Educación de Medellín, para luego colgar tres telas en la fachada. Una de las telas que estuvo exhibida decía “Gobierne quien gobierne, los derechos del pueblo se defienden”, mensaje de gran importancia que llama al pueblo a no dejarse adormecer ni domesticar por un supuesto gobierno que se dice de “izquierda” o liberal reformista, sino a continuar luchando por los derechos del pueblo. Otras de las telas exhibidas decían: “Si en manos del pueblo está, pública siempre será” y “Si destruyen la universidad, los estudiantes harán temblar las calles”.
Otra de las acciones, fue el ingreso de los estudiantes a la plazoleta central de La Alpujarra, sede de la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín, ingreso que fue logrado tumbando las vallas que custodian dichas instituciones. Normalmente, la policía no permite que ninguna manifestación ingrese a dicha plazoleta, sin embargo, los estudiantes perseveraron, tumbaron las vallas, y pasaron. Al instante llegaron refuerzos de los antidisturbios para custodiar la entrada de la Gobernación y la Alcaldía. Los estudiantes realizaron un plantón en dicha plazoleta por cerca de una hora, donde cantaron consignas, realizaron declaraciones a medios de comunicación, e izaron varias telas y banderas en las astas de la plazoleta, entre ellas, la bandera del heroico pueblo palestino, que ondeó vigorosa en medio de la lucha estudiantil, mostrando también el espíritu antiimperialista e internacionalista de los estudiantes.
Finalmente, los estudiantes regresaron a la Universidad de Antioquia, donde una delegación de estudiantes había realizado una olla comunitaria para alimentar a las personas que llegaban de la movilización y que esa noche se quedarían acampando en la universidad. Importante gesto que muestra el avance en la organización estudiantil durante la presente lucha por la financiación de la UdeA.