El régimen sirio se desmoronó como un castillo de naipes, bastaron 10 días de avance “rebelde”, para que se experimentara un efecto “bola de nieve” que terminó con la eventual caída de Alepo, Hama y Damasco. Assad huyó del país y la desbandada del Ejército Árabe Sirio fue total. El drástico giro que tomó la realidad social en Siria, el nuevo ajuste de poder imperialista, deja como ganadores parciales al sionismo israelí, que toma posesión descarada de los Altos del Golán, territorio que ocupaba desde 1967. Además aprovecha para invadir el lado sirio del monte Hermón. Israel realiza bombardeos sistemáticos en todo Siria e invade las casas de los sirios, bajo el pretexto de buscar “terroristas”. Israel destruyó toda la infraestructura de importancia para Siria, todos los sistemas de defensa nacional, puertos, edificios y centros de investigación, etc. De las ruinas y destrucción de Siria, también sale Turquía con un trozo del “pastel”. Turquía ayuda y financia grupos mercenarios como el “Ejército Libre Sirio” aliado de HTS (Hay’at Tahrir Al Sham).

La gran amenaza que se cierne ahora sobre el pueblo sirio, es la agudización del conflicto que va a golpear duramente a las minorías étnicas, que se verán gravemente perjudicadas junto al pueblo trabajador: cristianos, kurdos y chiies van a pagar con restricción de libertades, recortes a sus derechos, discriminación y persecuciones, ya que estas mismas fuerzas fundamentalistas que estuvieron aliadas, son todas responsables del genocidio de cristianos en la pasada guerra civil. El islamismo fundamentalista, que a la larga significa, no solo discriminación contra las minorías étnicas sino genocidio, masacre, expropiación de sus bienes a sangre y fuego y la emigración de las minorías etnias de la región, fue el pan de cada día realizado por el Estado Islámico en el pasado, que, a pesar de encontrarse al margen de los sucesos más importantes de Siria, ha visto la presente oportunidad para reactivarse y crecer en influencia y efectivos.
¿Quién es HTS?
Para tratar de entender el complejo mundo musulmán, los pueblos árabes y sus contradicciones, se debe partir por echar un vistazo a la base económica que estructura todo el medio oriente. Región rica en recursos naturales, en especial derivados de los hidrocarburos, donde habitan pueblos oprimidos y atrasados que son explotados por otros países imperialistas. Las fronteras de muchos de los países del medio oriente fueron establecidas por los imperialistas, en la medida que iban disputándose la influencia en la zona, separando pueblos y etnias enteras, generando las condiciones sociales para la conflictividad en todo el medio oriente. En Siria, por ejemplo, vemos la confluencia de distintos grupos en un territorio pequeño, lo que ocasiona una increíble volatilidad e inestabilidad en la región.
Una de las diferencias de los pueblos árabes, es la forma de ver el islam, que a grandes rasgos se podrían dividir en dos corrientes: El Islam Chii y el Islam Sunita, que a su vez tienen distintas ramificaciones. Siria tiene la particularidad de que es un país con la mayoría de la población sunita, pero era gobernado por un régimen chii. Países fuertes en la región como Turquía, Arabia Saudita y Omán son sunitas, mientras que Irán, Líbano, Afganistán, Irak, Yemen y otros, son de mayoría chii. Las potencias imperialistas han utilizado para su beneficio estas disputas religiosas entre regímenes feudales, apoyando a unos grupos ahora, otros después, aplicando el “divide y vencerás” para perpetuar su explotación colonial y semi-colonial en la zona. El imperialismo se ha valido y agudiza estas diputas entre regímenes feudales, para establecer, tanto el control de las materias primes de la región, como el control militar de una zona estratégicamente ubicada en el cruce entre Europa, Asia y África. Dicho control es indispensable para la explotación y sometimiento de las naciones oprimidas en África y Asia, y para la contienda entre los mismos países imperialistas como Estados Unidos, las potencias europeas, Rusia y China.
El acrónimo HTS traduce algo así como Organización para la Liberación del Levante, es una organización suní que se convirtió en la principal protagonista de la caída de Assad y en la eventual fuerza dirigente en la estructuración del nuevo gobierno en Siria. HTS contaba con 10 mil a 20 mil miembros al momento de tomar el poder. Aunque es un grupo pequeño con ayuda extranjera, mantiene una relación ambivalente con su “amo”: tanto el Estado Turco como EE.UU., la incluyeron en la lista de organizaciones terroristas, pero luego han convenido y trabajado para su blanqueamiento, buscando mantenerla como figura política “legitima” en Siria. El grupo HTS nació de la disgregación del frente Al Nusra, y la fusión de varios grupos y movimientos suníes al interior de Siria en el año 2017, año en que se apoderó de toda la frontera sirio-turca y de la capital provincial de Idlib, situación que aprovechó para dominar territorio y población, cobrar impuestos y construir una especie de “proto-estado”, en lucha contra el régimen sirio y otras fuerzas rebeldes. Pero HTS no es el único grupo en Siria, ya que las fuerzas sunitas también tienen sus ramificaciones y disidencias, que se podrían agrupar por la forma como ven e interpretan la sharía, es decir, por sus diferencias sobre cómo construir el Estado y sus programas políticos. Al Qaeda, por ejemplo, es una de las fuerzas sunitas radicales y más antiguas, que considera que en estos momentos no hay condiciones para establecer un Califato, mientras fuerzas como el ISIS consideran que ya hay que establecerlo mediante la yihad internacional. HTS tiene una visión un poco más estrecha y nacionalista, su líder Abu Mohammad al-Golani aboga por una yihad más restringida a Siria, lo cual, en cánones de los otros grupos sunitas radicales, implica cierto grado de “envenenamiento occidental”, ya que el nacionalismo es un invento de occidente según los radicales sunitas. HTS mantiene relaciones, un poco tensas, pero dentro de la cordialidad, con la rama de Al Qaeda en Siria. Mientras que, con el ISIS, que aún hace presencia en Siria en regiones desérticas del sur del país, en forma de movimiento guerrillero, HTS mantiene enemistad y lucha.
HTS cuenta con cuadros preparados para el tipo de asalto que se llevó a cabo. Demostró una buena habilidad y utilización de maniobras y tácticas usadas en la guerra ruso-ucraniana en curso. Recibieron asesoramiento extranjero en uso de drones de reconocimiento, drones kamikaze FPV y el avance a través de columnas blindadas para asaltar posiciones enemigas. De esta forma logró aplastar, con una fuerza inferior, al Ejército Árabe Sirio en tan solo 10 días. Cabe anotar que, por la guerra en Gaza y en el Líbano, el Ejército Árabe Sirio concentró la mayoría de sus fuerzas en Damasco, previendo una posible invasión sionista del país, dejando desprotegidos los flancos donde era fuerte HTS, que supo aprovechar la situación creada para tomar el poder. El ejército sirio había sobrevivido a la cruenta guerra civil que duró de 4 a 5 años, pero se desactualizó de los avances en el terreno militar, como es el uso de drones. Los soldados sirios no operaban drones al momento de desatarse la lucha. Pero la derrota, se debió principalmente, a que el régimen de Assad se mostró incapaz de movilizar al pueblo, resultado de una política de total capitulación nacional ante el imperialismo ruso, mostrando una vez más, que ninguna potencia imperialista puede defender la soberanía del país que dice “proteger”. De hecho, Rusia forzó a su lacayo Assad a establecer una serie de acuerdos en materia militar, que implicaban desarmar su programa nuclear. Así, el régimen de Assad, al ponerse a la cola del imperialismo ruso, y capitular a la resistencia armada nacional, se desvinculó del pueblo sirio y cayó en la pasividad militar. Mientras tanto, cuando su amo imperialista tuvo la necesidad, usó a Siria como moneda de cambio en el tablero de las disputas entre las potencias imperialistas.
El cambio de poder en Siria, es otro esfuerzo en vano de los imperialistas por tratar de calmar la región y permitir la extracción segura de recursos y el saqueo de las riquezas nacionales. Uno de los objetivos de los imperialistas europeos, es permitir el tránsito del gaseoducto Qatar – Europa, pues el único país que hasta el momento se oponía a su creación, era el régimen de Assad. El gas se necesita con urgencia en Europa, después de las rupturas económicas con Rusia por la guerra de Ucrania y la voladura de North Stream 2. Pero, es imposible calmar Siria y pacificarla, ya que la resistencia chii comenzó a organizarse y a dar pequeños golpes a HTS. En un momento de agudización de la guerra, se podría prever un posible alzamiento de la población chii. Otro de los grandes problemas que afronta HTS y los grupos satélites de Turquía, es cómo resolver el asunto kurdo, otra minoría étnica en la región, declarada por HTS como uno de sus objetivos principales a destruir.
Sionistas y turcos sacan provecho en la región
El sionismo israelí fue uno de los beneficiados de la situación en Siria, y, por ende, un pequeño alivio para Estados Unidos. Desde la retirada del Ejército Árabe Sirio de sus posiciones y la caída de Assad, Israel se apoderó de la parte siria del monte Hermón, e intentará adjudicarse “definitivamente” los territorios que ocupaba en los altos del Golán. Los sionistas van a tratar de anexionarse la mayor cantidad de tierra posible, invadir Siria y saquear el país. Sus unidades blindadas se aproximaron a Damasco, pero su grado de fuerza no le dio para tomar gran parte del país, ni mucho menos invadir Beirut y lograr la rendición de la resistencia de Hezbollah en el sur del Líbano. Israel no solo ayudó activamente con la caída de Assad, sino que llevó a cabo uno de sus objetivos estratégicos de romper el corredor terrestre chii de la región, es decir, la carretera que conectaba a Irán con Siria. La presente situación, crea un fuerte dilema para la resistencia en el Líbano, ya que Hezbollah se ve obligado a pelear en dos frentes: en el sur, tratando de frenar al invasor sionista, y en el norte, tratando de frenar la influencia y una eventual guerra con los sunitas. Además, debe tratar de apoyar los reductos de resistencia chii que comenzaron a actuar. HTS ha señalado en reiteradas oportunidades, su disposición de derrotar a Hezbollah. El Eje de Resistencia en Irak también tiene nuevos dilemas que afrontar, ya que si las milicias chiitas iraquíes, deciden apoyar la lucha chii siria, ello implicaría una relajación a la presión que vienen realizando contra las fuerzas estadounidenses invasoras de su país, las cuales se han visto hostigadas continuamente desde que se desató la invasión a Gaza y la presente guerra en el Líbano. Israel con la Operación Buen Vecino, lanzó alrededor de 2.000 bombas sobre Siria para destruir toda la infraestructura militar, puertos, centros de investigación y de desarrollo. No quiere dejar nada de pie del pueblo sirio. Israel logra una victoria temporal al dividir aún más a los pueblos árabes, aprovechando las luchas internas entre las distintas corrientes del islam.
Pero a los sionistas no les ha ido bien en sus invasiones anteriores. En 2006, cuando Israel invadió al Líbano, Hezbollah derrotó heroicamente y humilló al sionismo en tan solo 33 días. La victoria de Hezbollah se debió a que condujo una lucha anti-imperialista consecuente, enfrentando al sionismo colonizador en la región, como no lo habían hecho los gobiernos de los países árabes, incluyendo el mismo gobierno del Líbano, logrando movilizar al pueblo para la defensa de los intereses nacionales. Logró combinar una fuerte base de masas y milicias guerrilleras, con una fuerza militar especial, reconocida por tener la mayor fuerza anti-tanque del mundo (por hombre cuentan con más armas anti-tanque que cualquier otra fuerza militar o país).
De parte de los turcos, también se habían presentado agresiones a Siria. En el 2016, Turquía desató la operación Escudo del Éufrates, la cual tenía como objetivo arrebatarle un pedazo de tierra a Siria para establecer una “franja de seguridad”. Aunque cumplió sus objetivos, tuvo que pagar un costo muy alto al enfrentar a la heroica resistencia kurda del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) y otras organizaciones kurdas maoístas que operan en el grupo Tikko (Ejército de Liberación de los Trabajadores y Campesinos de Turquía).
Turquía suministró casi todas las armas que posee HTS, entre ellas miles de fusiles AKM que Turquía compró en masa a Alemania, cuando cayó el muro de Berlín. También, gran parte del arsenal anti-tanque del grupo está hecho en Turquía. El día que inició la ofensiva de HTS, el mismo ejército turco lanzó una serie de ataques con drones y artillería contra posiciones del Ejército Árabe Sirio y contra los kurdos ubicados en el norte de Siria. Se espera que Turquía lance otra operación militar más ambiciosa, para tratar de aplastar a los kurdos e impedir su derecho a autodeterminarse. A Turquía le preocupa que los kurdos aprovechen la situación presente en Siria, para fortalecerse y expandirse en territorio. Cabe recordar que los kurdos protagonizaron una heroica lucha contra el ISIS en el marco de la guerra civil siria, cuando sobrevivieron al asedio de Kobane que duró 6 meses y obtuvieron una victoria decisiva. A Kobane fueron a luchar muchos revolucionarios y anarquistas turcos, así como internacionalistas de Europa. Las Tikko maoístas también desempeñaron un papel importante en la contienda. Los kurdos crearon el Estado de Rojana, que no es reconocido por ningún país del mundo, pero frente al cual, Turquía ve una gran amenaza, pues puede expandirse la lucha de liberación nacional del pueblo kurdo por Turquía y la región.
Otro aspecto a recordar del pueblo kurdo y su justa lucha de liberación nacional, es que son la minoría étnica más grande del mundo que en la actualidad no cuenta con un Estado-Nación propio. Su lucha de liberación nacional ha tenido recodos y traiciones, por ejemplo, su líder histórico, Okalan, traicionó al renunciar a la necesidad de que los kurdos ejerzan el derecho a la autodeterminación nacional y tengan su propio Estado-Nación independiente. Turquía actualmente está llevando a cabo supuestas negociaciones de paz, que consisten en permitir la posible liberación de Okalan, a cambio de que éste anuncie desde prisión, la disolución del PKK. Es decir, con una mano bombardea y con la otra induce a la capitulación por medio de negociaciones. Con ello busca liquidar la lucha de liberación nacional del pueblo kurdo.
El Eje de Resistencia y el Corredor Chii roto
Pese a los golpes sionistas, el Eje de la Resistencia ha venido resistiendo en Gaza y en el Líbano. Desde que se inició la guerra contra la bestia sionista, Hezbollah ha destruido cerca de 40 tanques Merkava. Cada tanque tiene un costo de cerca de 3.5 millones de dólares, lo cual desangra a la bestia sionista y se agudizan las contradicciones de clase al interior de Israel. Los judíos ortodoxos, que han luchado contra el sionismo, han sido duramente reprimidos. El pueblo judío ha salido a las calles a protestar en contra de la guerra, se han realizado marchas y mítines de los familiares de los prisioneros de guerra que posee Hamás. El acuerdo del cese al fuego y el intercambio de prisioneros, no solo fue un duro golpe al sionismo, sino además demuestra el grado de debilidad al cual llegó Israel, que no ha podido cumplir ninguno de los objetivos al momento de invadir Gaza y el Líbano. Otra de las debilidades manifiestas, es la alta tasa de suicidios que se ha disparado dentro de sus filas, lo que agrava las fisuras propias de una sociedad de corte fascista. Otros judíos, que en su mayoría tienen doble nacionalidad, han comenzado a huir del país para evitar ir a la guerra. La debilidad sionista también se manifiesta en la pérdida de esferas de influencia a nivel internacional, por ejemplo, la comunidad de judíos en Europa ha comenzado a distanciarse del sionismo por su genocidio en Gaza. El mundo enteró se moviliza en contra del genocidio y en apoyo a Palestina, Israel cada día está más aislada.
En el terreno militar, el sionismo asimila las guerras relámpago o Blizkrieg, empleadas por los nazis en la Segunda Guerra Mundial. Los sionistas ponen toda su esperanza en el uso de su superioridad militar, en tanques, aviones de combate y tecnología para lograr una rápida victoria sobre el país que invaden. La forma de asediar ciudades y debilitarlas por hambre, bombardear sus servicios públicos y hospitales, para luego avanzar con columnas blindadas, es una calca de la táctica nazi. Táctica militar muy costosa desde el punto de vista económico, por tal motivo al sionismo no le conviene una guerra de desgaste como le plantea la resistencia, ya que le obliga a poner una cuota material y de vidas, que una sociedad como la israelí no está dispuesta a afrontar. Debilidad demostrada en la guerra del Yon Kippur, cuanto Israel perdió gran parte de su fuerza blindada contra Siria y Egipto, se vio obligada a negociar en desventaja y a perder el Sinaí.
Hasta la firma del cese al fuego, la resistencia demostró una tenacidad y lucha que ha asombrado al mundo. En Gaza existe un sistema de túneles más grande que el sistema de Londres, lo cual le ha posibilitado sostener más de un año de resistencia frente al invasor sionista. El corredor chii que cayó en manos de HTS, era un verdadero dolor de cabeza para el sionismo, ahora puede traerle un leve consuelo, pero deberá tarde o temprano enfrentarse a los sunitas. Otra muestra de la debilidad de Israel, puede apreciarse en que HTS, recientemente declaró a Hamás como grupo legal en territorio sirio, además de abrir las puertas para posibles negociaciones con ellos. Israel y EE.UU. se esfuerzan en propagar la idea de que Hamás, y el conjunto de grupos de la Resistencia Nacional Palestina, están derrotados, pero toda esa propaganda anti-palestina, es desmentida por las imágenes de los grupos armados palestinos celebrando, rodeados y unidos al pueblo palestino, bien armados y controlando la entrega de los prisioneros de guerra israelíes. El hecho de que HTS gire hacia los grupos de la Resistencia Palestina, mide la temperatura en la región.
HTS tampoco la tiene fácil en Siria, ya que se espera una renovación de la guerra civil siria y el surgimiento de milicias chiies que van a tomar las armas en contra de los fundamentalistas y contra la invasión turca y sionista. Sobre todo, en el suroccidente del país, donde gran parte de la población es chii y una minoría cristiana, que en la pasada guerra civil funcionó como una fuerza aliada del Eje de la Resistencia, en su lucha contra el Estado Islámico. Los cristianos puede que se vean obligados a tomar las armas, en la medida que los fundamentalistas desaten una posible cruzada religiosa.
El imperialismo ruso en la región
Aunque inicialmente Rusia se vio obligada a retirarse de la región. Al-Golani demostró disposición a un acercamiento y les ha permitido permanecer en el país. La base aérea de Hmeimim y la base naval de Tartus fueron claves para el imperialismo ruso en la guerra civil pasada, para bombardear sistemáticamente al ISIS y ayudar en su derrota. Grupos como Wagner tuvieron su génesis en la guerra civil siria, y gracias a la misma, el ala militar rusa comenzó a expandirse por fuera de las fronteras de su país, llegando incluso hoy a tener presencia en África, reactivando la venta de armas y la creación de grupos mercenarios a gran escala en el continente africano. Los rusos pierden un dedo de la mano, pero conservan la mano, tal es su situación tras la salida de su aliado Assad y su situación en el medio oriente. Se especula que, lo que estuvo en la mesa de negociación entre Rusia y las potencias de Occidente, en cuanto a Siria, fue precisamente Ucrania, y que, como fichas de cambio, Putin habría “vendido” a Siria a cambio de Ucrania.
El imperialismo yanqui y los kurdos
Los kurdos, que originariamente eran nómadas hasta el final de la Primera Guerra Mundial y la desintegración del Imperio Otomano, hoy día, representan una población de más de 30 millones de personas, que se asientan y representan aproximadamente el 10% de la población de Siria, el 19% de la de Turquía, y entre el 15% y el 20% de la de Irak. El acuerdo Sykes-Picot de 1916, dividió Oriente Medio en zonas de influencia británica y francesa y delineó las fronteras del Oriente Medio moderno. Tras la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Sèvres, firmado en 1920, disolvió el Imperio Otomano y propuso la creación de un estado kurdo autónomo. Pero ante la protesta de Mustafa Kemal Ataturk de Turquía, las potencias imperialistas acordaron hacer concesión a su vasallo, y con el Tratado de Lausana en 1923, omitieron cualquier referencia a una patria kurda. La historia del siglo XX, ha sido marcada por una fuerte opresión nacional de los estados burocrático-terratenientes de Irán, Siria, Turquía e Irak contra la nación kurda. Por ejemplo, en Siria por décadas, a miles de kurdos se les negó la ciudadanía siria, dejando a dicha población como apátridas. Son, además, la mayor minoría étnica de Irán y han sido oprimidos tanto por chiies como por sunitas. Sadan Hussein fue famoso por usar armas químicas en contra de los kurdos.
La situación del pueblo kurdo, de luchar por su existencia, le ha llevado a ser una de las fuerzas moralmente más decididas, y a la vez, han sido objeto de las disputas internacionalistas y regionales, siendo instrumentalizados para las pugnas entre los Estados de Turquía e Irán, y para las invasiones del imperialismo yanqui en el medio oriente. Los gobiernos burocrático-terratenientes de la zona, tienen disputas entre sí por recursos y fronteras, y han utilizado la contradicción nacional kurda a su favor. Por ejemplo, en 1980, Háfez al-Ássad en Siria, permitió que Okalan estuviese en su territorio, mientras el PKK solamente atacara a Turquía.
Turquía apoya al régimen autónomo kurdo en Irak, pero está en contra del régimen autónomo kurdo en Siria y Turquía. Estados Unidos por su lado, ha utilizado a los kurdos en Irak y en Siria como “botas en terreno” para su invasión y ocupación, en medio de su lucha contra Rusia en Siria y contra Irán. Las fuerzas kurdas se unieron al ejército estadounidense para derrocar a Sadam Huseín en 2003 y se les consagró estatus de autónomos en la constitución iraquí. Esto generó a su vez división entre las diferentes fuerzas kurdas en cada una de las fronteras (Irán, Siria, Turquía e Irak), pues las del lado de Irak, comenzaron a actuar como un agente capitulador dentro de las fuerzas kurdas. Estados Unidos también ha fortalecido las fuerzas kurdas en Siria para derrotar a ISIS, durante el desarrollo de la guerra civil siria. La heroica resistencia de Kobane, la resistencia de sus brigadas femeninas que recorrieron el mundo, remarcó un fuerte golpe al Estado Islámico. Decenas de grupos revolucionarios turcos, desde anarquistas hasta comunistas, fueron a pelear al lado del pueblo kurdo. Pero, después que el pueblo kurdo derrotó al ISIS, sus líderes pactaron con el imperialismo yanqui, quienes instalaron una embajada norteamericana en la región.
Hoy por hoy, EE.UU. tiene acuerdos para apoyar a los kurdos, a cambio de la “compra” del gas que se produce en la región. Sin embargo, Trump ha manifestado la intención de retirar la ayuda a los kurdos, quienes, desde la debacle de Assad, tomaron las dos márgenes de la mayor parte del río Éufrates, y han logrado resistir los primeros asaltos de los mercenarios turcos en la región. Hasta el momento, han sido los kurdos, la única fuerza que le ha ofrecido una resistencia seria a los grupos mercenarios sunitas. Trump muy posiblemente, les recuerde a los kurdos, los costos de negociar con el “diablo” y los abandone a su suerte. Se repetiría la historia de régimen de Assad, pero en el bando imperialista opuesto. Los imperialistas no buscan, al apoyar a un gobierno, o una lucha de liberación nacional, el bienestar y libertad del pueblo, sino que, buscan cumplir sus intereses en la contienda con otros imperialistas, o buscan agredir a los pueblos oprimidos y violar la soberanía nacional. Es así que, los dirigentes kurdos cometieron un error al subordinarse al imperialismo norteamericano, y peor será el error, si se alían a los sionistas, convirtiéndose en aliados de la agresión contra las naciones y pueblos de la región, pasándose al bando de los opresores y ocupantes, traicionando los intereses del pueblo kurdo y liquidando su justa lucha de liberación nacional. De esa forma, se colgarían la soga al cuello, porque se prevé que el sionismo no existirá en 100 años, es una fuerza en declive que arrastrará todo a su paso, al igual que lo hizo el Tercer Reich, que, junto con todos sus aliados y títeres, tuvieron que pagar su debacle y ruina. La “ayuda” del imperialismo yanqui a los kurdos no es desinteresada, pues tiene una necesidad urgente de comprarles gas, a la vez que ejerce un juego de poderes con Turquía, para tratar de ponerle un freno al expansionismo turco en la región. Los turcos, a pesar de ser socios de EE.UU. en la OTAN, históricamente tienen acercamientos y acuerdos con el imperialismo ruso.
Consecuencias
La principal consecuencia la sufre el pueblo sirio, por la destrucción y desolación de su país. El pueblo sirio se verá obligado a vivir otros años más de guerra, el desmembramiento y destrucción de su nación mediante el fenómeno conocido como “Balcanización del conflicto”, es decir, mediante un proceso similar al que usó el imperialismo para desmembrar y saquear a Yugoslavia, borrándole como nación. Política usada luego en Libia, y dolorosamente hoy en Siria.
Turquía expandirá su influencia, y territorialmente tratará por todos los medios de seguir disputándole la influencia a Irán en la región. Puede que los turcos lleguen a compromisos o acuerdos con el sionismo para estabilizar la región.
Los sionistas obtienen una pequeña ventaja en su plan del “Gran Israel”, debido no solo a su fuerza militar y colosal ayuda exterior, sino gracias a la división de los pueblos árabes y musulmanes, a la injerencia de Turquía y a la falta de una unión de lucha organizada de los pueblos, contra sus enemigos comunes.

Con todo, los imperialistas y los estados expansionistas como Turquía, solo pueden mantenerse generando disturbios y agresión, lo que los hunde poco a poco en un pantano más profundo. Israel, que solamente es capaz de librar conflictos bélicos rápidos, amplía los frentes de batalla y la duración de la guerra, y al hacerlo, se condena a sí misma a la derrota.
Siria es una gran advertencia para las luchas de liberación nacional. Todos los pueblos del mundo que luchan por su soberanía contra la agresión imperialista, sean kurdos, palestinos, ucranianos, o en cualquier parte del mundo, deben aprender de dicha experiencia: ponerse a la cola de una potencia imperialista, sea Rusia, Estados Unidos, China o las potencias europeas, no trae la liberación nacional, sino que tarde o temprano, lleva a la capitulación y derrota. A la cola de las potencias imperialistas, cualquier supuesto avance de liberación nacional, se desmorona como el régimen de Assad en 10 días. De ahí la necesidad de basarse en las propias fuerzas, en tener autodeterminación frente a los imperialistas y en basarse en la lucha armada fuertemente unida al pueblo.