

El día martes 4 de marzo, en la Universidad de Antioquia, varias organizaciones sociales, estudiantiles, medios de comunicación alternativos y movimientos populares, realizaron un evento de conmemoración resaltando el legado del sacerdote, sociólogo, líder popular y guerrillero Camilo Torres Restrepo. A continuación, planteamos algunas ideas surgidas a partir del conversatorio, aclarando que no pretendemos hacer una relatoría ni un resumen de todo lo dicho, sino simplemente, una breve exposición de algunas ideas que, basados en nuestra línea editorial, consideramos importante resaltar.
¿Por qué es importante la memoria? La memoria es importante para continuar caminando. En este caso, la memoria de Camilo sirve para retomar y continuar el camino revolucionario que quedó abierto por su generación, y que actualmente sigue vigente.
Camilo retoma los planteamientos originales del cristianismo y les aporta un contenido político revolucionario, desarrollando la Teología de la Liberación. Para Camilo, ser revolucionario, es la forma consecuente de aplicar el amor al prójimo que profesa la doctrina católica. El mensaje central de Jesús es el amor. Camilo lo toma y le pone el adjetivo “eficaz”. ¿Ayudaste a solucionar los problemas de tus hermanos? ¿Diste de comer al hambriento, diste vestido al desnudo, diste posada al forastero? Camilo ve que a través de la caridad no se pueden resolver esas necesidades, y plantea que es imposible dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, dar posada al forastero, si no se cambian las estructuras que rigen al mundo, las estructuras capitalistas. Para Camilo el amor eficaz implica eso.
Camilo fue un intelectual revolucionario consecuente, dispuesto a trasgredir la academia burguesa para vincularse al pueblo trabajador, a la clase popular, y luchar junto a las masas. Camilo como intelectual, como sociólogo, como académico, mostró la importancia de una práctica revolucionaria, donde el beneficio del trabajo intelectual es servir al avance de las comunidades y no al enriquecimiento de unos pocos o por prestigio personal.
Camilo luchó por la unidad del pueblo, construida desde abajo. Desde la dignidad de las comunidades. La unidad no se construye desde las burocracias, desde las consignas para ir a las elecciones. Camilo vive en la movilización, en la lucha popular, en la ética revolucionaria del intelectual, en los campesinos que están resistiendo la arremetida del paramilitarismo en los territorios, en el poblador del barrio que batalla todos los días para llevar un pan a la casa, vive en los pueblos de todo el mundo, que armados luchan por su liberación.
Han pasado 60 años desde la fundación del Frente Unido del Pueblo, es importante estudiar y analizar esa experiencia, y principalmente ver qué debemos aplicar hoy. ¿Qué nos enseñó Camilo? Unir a todo el pueblo, bregar por la unidad con todo aquel que esté dispuesto a luchar, elevar la conciencia popular y desafiar a la oligarquía. Tenemos que trabajar por retomar el legado de Camilo, porque las condiciones siguen vigentes: ofensivas paramilitares; estigmatización de parte del gobierno “del cambio” a las organización sociales y populares; recorte a los derechos del pueblo para descargar sobre las masas trabajadoras la crisis económica de los ricos; entre otras injusticias.
Gustavo Petro utiliza y trafica con la imagen de Camilo para intentar desmovilizar a los pueblos de nuestro país. Mientras se dice camilista, envía batallones del Ejército a la región del Catatumbo, para pacificar la insurgencia por la vía de la represión; busca la unidad con las élites económicas y políticas del país, mientras criminaliza a las organizaciones campesinas y populares que luchan por sus derechos, y que no se someten a la agenda “del cambio”; mantiene la doctrina del enemigo interno y las bases militares norteamericanas en Colombia, mientras se vende como el gobierno de la paz total. Mientras adormece la lucha popular, con reformas que no apuntan a resolver los problemas fundamentales de la sociedad colombiana, los principales grupos económicos del país aumentan sus riquezas. Si la oligarquía es cada vez más rica, entonces el gobierno “del cambio” no está haciendo bien las cosas y Petro no es camilista sino un oportunista.
Hoy en día, el pueblo y los revolucionarios, deben volver a mirar la Plataforma del Frente Unido, que son las reivindicaciones que realmente van a dar pie a transformaciones reales de la sociedad colombiana. Se propuso en el espacio retomar dicha Plataforma y se resaltaron 5 puntos que pueden servir de base para empezar a trabajar por un Frente Unido en la actualidad:
- Servir al pueblo. Planteamiento del amor eficaz.
- Unidad de la clase popular contra los dueños del poder.
- Lucha por la tierra para el campesinado pobre.
- Lucha por la autodeterminación en contra del imperialismo.
- Lucha contra el sectarismo bregando por una unidad con principios.
Además del conversatorio realizado, la jornada incluyó la realización de un mural, estampación de camisetas y presentaciones musicales. A continuación, algunas fotografías del evento.












