En el mes de junio se conmemora a nivel mundial el mes del orgullo LGBT que tuvo sus inicios en los disturbios de Stonewall en Nueva York en 1969, un levantamiento combativo que sentó las bases para la conmemoración del orgullo en todo el mundo. Con la influencia del posmodernismo y la reacción, el mes del orgullo se ha convertido en un carnaval, desdibujando la lucha combativa que las masas emprendieron en 1969.

Con ocasión de estas fechas, compartimos un par de experiencias del Nuevo Ejercito del Pueblo en Filipinas que demuestra la posición que debe cumplir la comunidad LGBT del pueblo en la lucha revolucionaria por una sociedad más justa. Demostrando que lo principal es la posición de clase, el orgullo de clase y la identidad con nuestro pueblo oprimido.

El 4 de febrero del 2005 fue celebrado en un campamento guerrillero en Filipinas el primer matrimonio entre parejas del mismo sexo en la historia de ese país.

Los compañeros Ka Andres y Ka Jose, dos combatientes del Nuevo Ejército del Pueblo (NPA) quienes participan en la Guerra Popular dirigida por el Partido Comunista de Filipinas, dieron sus votos al lado de amigos, camaradas y pobladores de la zona. Sus compañeros combatientes apoyaron su matrimonio como la unión de dos revolucionarios que de la mano de las masas y sus camaradas seguirán fortaleciendo su relación para servir al pueblo.

Este es el primer matrimonio oficial celebrado en Filipinas, la guerrilla es mucho más inclusiva que el gobierno filipino de Duterte que se han encargado de tratar de enlodar está acción afirmando que “Esto prueba que no tienen Dios y su moralidad está muy en entredicho”

En el periódico Ang Bayan (El Pueblo) se publicó hace un tiempo una entrevista a Ka Oliver, combatiente del NPA donde resalta el papel que cumplen los homosexuales dentro de Nuevo Ejército del Pueblo

«Cuando era joven, mi padre siempre quiso que me alistara en el ejército con la esperanza de deshacerse del gay que había en mí. Ahora que he crecido –sigo siendo tan gay como siempre– su deseo se ha cumplido. Sin embargo, me convertí en un soldado de un ejército diferente, uno mejor. Soy un combatiente rojo del NPA».

Ka Oliver es uno de los muchos compañeros homosexuales que se ha unido al NPA, considera que la única forma de acabar la opresión que recae sobre la comunidad LGBT es acabando con las condiciones semicoloniales y semifeudales de la sociedad filipina que sostienen la opresión, discriminación y persecución que recae sobre todas las clases oprimidas

«La única forma en que la comunidad LGTBQ puede encontrar la liberación de la opresión de género es acabando con la opresión de clase»

Es crítico de la concepción del orgullo que ha enarbolado firmemente el posmodernismo donde invita a las masas oprimidas y discriminadas por la sociedad a festejar su opresión mientras lo que corresponde es luchar contra ella «¿Cómo podemos tener “orgullo” cuando se nos priva de educación, cuando se nos explota, cuando no podemos alimentar a nuestras familias o cuando se nos expulsa de nuestra tierra y de nuestro único medio de vida?».

Resalta la necesidad de luchar codo a codo con las clases oprimidas para poner fin a la explotación que vive el pueblo filipino a manos de capitalismo burocrático «Debemos unirnos con otras clases y sectores contra un enemigo común. Gays o no, todos somos víctimas del imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático»