Un asistente al ENEES (Encuentro Nacional de Estudiantes de la Educación Superior) hace llegar el siguiente artículo a nuestro comité de redacción.

El 22, 23 y 24 de septiembre se llevó a cabo el Encuentro Nacional de Estudiantes de la Educación Superior (ENEES) donde participaron aproximadamente 3.500 estudiantes de universidades e instituciones técnicas y tecnológicas del país.

Este encuentro se da en medio de varios factores importantes: una aguda crisis de la educación superior pública, donde el desfinanciamiento es calculado en aproximadamente 18 billones de pesos y que ha generado que en algunas universidades se cierren programas, se limiten los cupos de ingreso y se paupericen las condiciones de permanencia de los estudiantes pobres del campo y la ciudad. Un proyecto de reforma a la ley 30 (la ley responsable de la crisis de la educación superior pública) presentado por el gobierno oportunista de Gustavo Petro, camuflado bajo un discurso populista pero que realmente conserva el sometimiento de nuestro país al imperialismo y solo demuestra más de lo mismo. Una crisis del movimiento popular que se ha reflejado también en el movimiento estudiantil, producto de la violencia Estatal y paramilitar en los últimos años y fruto de la burocracia oportunista en todo el movimiento popular.

El encuentro se desarrolló en medio de los llamados del oportunismo a plegarse al actual gobierno, defender sus reformas (que en lo esencial son de perjuicio para el pueblo) y seguir sus agendas de movilización (movilizaciones que usa para amenazar a la facción de burguesía con la que se está en pugna y que se dan sospechosamente cerca de las elecciones regionales de octubre). Por ello es tan significativo que de principio a fin este evento mantuviera un carácter independiente y popular.  Se realizaron numerosas intervenciones denunciando el intento de instrumentalización y cooptación del movimiento social y estudiantil y de rechazo al carácter antidemocrático y de sometimiento al imperialismo de la actual reforma. También se agitó acerca de la necesidad de poner el conocimiento y las universidades al servicio del pueblo

El 27 de septiembre, apenas unos días después de realizado el ENEES, el gobierno había convocado marchas en apoyo a sus reformas. A pesar del intento de cooptación por parte del Estado, en el encuentro se decidió que el movimiento estudiantil representado por los allí reunidos no iba a asistir de manera unificada a la movilización, ni en apoyo al gobierno y sus reformas. Precisamente el sector estudiantil, orgullosamente, fue el gran ausente en las marchas del 27 de septiembre. El ENEES por el contrario, organizó su propia agenda de movilización.

Con este hecho – la no asistencia como bloque estudiantil a la marcha gobiernista del 27 de septiembre- quedó demostrado la unidad política en la independencia y no instrumentalización que se logró, lo cual es un entrabe para los planes de la burocracia oportunista y un triunfo del movimiento popular.

Por lo tanto, como no podría ser de otra manera las organizaciones revolucionarias, independientes y populares en sus balances señalan que el ENEES fue exitoso, representa un paso importante en la reactivación del movimiento estudiantil en Colombia y abona terreno para superar la crisis del movimiento popular en general; también señalan que este encuentro permitió el acercamiento entre distintas organizaciones y estudiantes independientes y populares de diferentes regiones del país.

Como último apunte, es de resaltar el ambiente político que se podía respirar durante el encuentro. Abundaron los mensajes pegados y rayados en las paredes, las banderas y pancartas. Había telas que reivindicaban diferentes luchas, como la lucha campesina y la lucha de las mujeres del pueblo, telas y pintas que reflejaban las exigencias propias de los estudiantes, pintas, banderas y telas que representaban importantes corrientes revolucionarias, como el martillo y la hoz, símbolo del comunismo y telas que reivindicaban a importantes revolucionarios como Camilo Torres y el Presidente Gonzalo.