Desenmascarado, el Estado sionista de Israel, nos obliga a presenciar nuevamente su teatro macabro. Luego de forzar sangrientamente a los heroicos palestinos de Gaza a concentrarse en Rafah afirmando que ese sería un lugar seguro, sale a pedir perdón porque nuevamente ha cometido un “trágico error”.
¿Cuál fue el error? Atacar un campo de refugiados en Rafah, dejando con ello decenas de muertos ¿Puede acaso haber más cinismo? Un error, dicen, cuando ya la cuenta de gazatíes asesinados se acerca a los 40 mil. 40 mil asesinados de la forma más cruel. En Rafah encontraron niños despedazados. Al mejor estilo nazi, estos hitleristas modernos, aplican su propia versión de la “solución final”. Pretenden exterminar a un pueblo. Pero ¿por qué se atreven a pensar que van a lograr tan macabra empresa, qué hechos les confirman la posibilidad de alcanzar tal cometido si tan solo son unos coleccionistas de derrotas?
El jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel, Tzachi Hanegbi ha tenido que reconocer que: “No hemos logrado ninguno de los objetivos estratégicos de la guerra, no hay condiciones para un acuerdo de prisioneros, no hemos derrocado a Hamas ni permitido a los habitantes de la zona regresar a sus hogares de manera segura”. La propia población de Israel ha protagonizado masivas protestas en contra de la dirección militar de Netanyahu y sus múltiples derrotas en el campo de batalla
Intentaron vender las pasadas masacres cometidas en otro campo de refugiados, el de Jabalia, como una victoria militar. Se ufanaron de haber conquistado el control sobre esa porción del territorio. Pero fue justamente ahí, en la firme Jabalia, “la ciudad de los héroes” donde una operación de la Resistencia, dirigida por Hamas, logró emboscar y tomar nuevos soldados como prisioneros de guerra. Un golpe contundente en una guerra de este tipo y un importante signo de la ya sobradamente conocida superioridad militar del la Resistencia.
A nivel internacional, la solidaridad con la Resistencia Nacional Palestina y el rechazo al genocidio se han generalizado y fortalecido. La presión es creciente. España, Irlanda y Noruega han tenido que reconocer a Palestina como Estado y la Corte Penal Internacional ha tenido que dictar orden de captura contra Netanyahu. El gobierno de nuestro país, luego de más de seis meses de genocidio, por fin se vio obligado a romper relaciones diplomáticas (no militares ni económicas) con Israel. Los anteriores hechos, que tienen más efectos simbólicos que prácticos, pueden ser reclamados como triunfos de la Resistencia Nacional Palestina y de los numerosos grupos y manifestaciones de solidaridad con la causa Palestina que se han generado y se continúan generando de manera masiva alrededor del mundo.
El suelo de Gaza ha sido ennoblecido con sangre de héroes y muestra cuál es “la puerta a la victoria” de los pueblos oprimidos. A través de los golpes al sionismo le está dando golpes al imperialismo norteaméricano, pues el sionismo es uno de sus tentáculos más putrefactos y virulentos. Hoy, con las órdenes de captura que también emite la CPI sobre los líderes de Hamás, se pone de manifiesto la cuestión del sagrado derecho de los pueblos a defender su libertad y su nación de la ocupación, por los medios posibles y necesarios.
Al respecto y para terminar, podríamos citar el llamado del Frente Popular para la Liberación de Palestina: El Frente Popular llama a los amigos de Palestina y a los solidarios con nuestra justa causa a elevar el nivel de su activismo y ponerse a la altura de la batalla que libra nuestro pueblo en defensa de sus derechos y a potenciar todas las formas de lucha contra el enemigo sionista y sus aliados subrayando que nuestro pueblo libra la batalla de la humanidad contra la brutalidad, la barbarie y el genocidio, y no hay lugar para equívocos en las posiciones.