El pasado 16 de abril, 29 maoístas y combatientes del Ejército Guerrillero Popular de Liberación (EGPL), dirigido por el Partido Comunista de la India (Maoísta) –PCI (Maoísta), fueron asesinados por un equipo conjunto de la Guardia de la Reserva del Distrito (DRG) y las Fuerzas de Seguridad Fronterizas (BSF), denominadas por los democráticos y revolucionarios como fuerzas paramilitares. Esta masacre ocurrió en el Estado federal de Chhattisgarh, India.
El estado de Chhattisgarh es uno de los escenarios donde es más fuerte la Guerra Popular dirigida por el PCI (Maoísta). Justo en este estado es donde el viejo Estado indio afirma haber matado a 53 maoístas este año. También en este estado ha aumentado la militarización para proteger y poder desarrollar las elecciones que intentan legitimar la vieja democracia india y el gobierno fascista de Narendra Modi.
El Foro Contra la Corporación y la Militarización (FACAM), que agrupa a unas 12 organizaciones indias, ha venido denunciando los “falsos encuentros” (nombre que recibe cuando el Ejército reaccionario ejecuta a sangre fría a guerrilleros y luego afirma que las muertes se produjeron en “enfrentamiento”) que se han dado este año, y denuncian que el caso de los 29 guerrilleros del EGPL fue un “falso encuentro” donde, de los 29 asesinados, 17 fueron ejecutados fuera del tiroteo y con signos de tortura.
Estos crímenes de guerra no son nuevos en India, allí la contrarrevolución ha usado varias operaciones militares en las cuales ha desplegado a policías y paramilitares para acabar con el EGPL y el PCI (Maoísta). La actual “Operación Kagar” es la que ha lanzado el primer ministro Narendra Modi con su gabinete en enero de este año, para supuestamente “aniquilar completamente a los maoístas”.
FACAM afirma que desde el inicio de la “Operación Kagar” se han registrado numerosos asesinatos de campesinos advasi desarmados, más de 100. También ha denunciado bombardeos aéreos contra regiones como Bastar, afectando a los aldeanos y campesinos y ha denunciado junto con la Campaña Contra la Represión del Estado (CASR) la detención de dirigentes campesinos adivasi como Sarju Tekam que era bien conocido en la lucha contra el creciente número de “falsos encuentros” en Chhattisgarh.
A Sarju Tekam la policía le coloco literatura del PCI (Maoísta) y explosivos en su casa, inculpándolo y deteniéndolo por falsos cargos y supuesta violación de la draconiana “Ley de Prevención de Actividades Ilegales”.
Toda esta represión del viejo Estado indio hacia los revolucionarios y hacia la Guerra Popular en India, ha desatado la solidaridad internacional de los pueblos del mundo. La Liga Comunista Internacional en un comunicado titulado «Quien no teme morir cortado en mil pedazos, se atreve a despedazar al emperador» condenó la operación del reaccionario ejército indio que asesinó a 29 combatientes del EGPL e hizo un llamado a realizar acciones internacionales» entre el 26 de abril y el 4 de mayo de 2024.
Sumándose a este llamado y por iniciativa propia, varios países han realizado acciones. En Brasil el Frente Revolucionario en Defensa de los Derechos del Pueblo – (FRDDP) ha realizado un cartel e inició una campaña para condenar el nuevo crimen. En Colombia, durante la movilización del primero de mayo, fue colgada una tela que decía: “¡Los luchadores del Ejército Guerrillero Popular de Liberación (PGLA) son inmortales! ¡Viva la Guerra Popular dirigida por el PCI (Maoísta)!”. En Austria activistas y revolucionarios realizaron una concentración frente al consulado indio en Viena, en homenaje a los 29 maoístas asesinados por el Estado fascista indio el 16 de abril. Y en Suiza se colocaron pancartas con la inscripción “Los luchadores del Ejército Guerrillero Popular de Liberación son inmortales”.