El pasado 13 y 14 de julio se celebró en la ciudad de Cali, la Asamblea Nacional Popular Independiente (ANPI). Una iniciativa de varias organizaciones revolucionarias y democráticas para articular las fuerzas independientes e impulsar la lucha por los derechos del pueblo. Nueva Democracia tuvo la oportunidad de participar, y a continuación compartimos un breve informe.
El día sábado, desde muy temprano, las personas encargadas de la logística, con disciplina y esfuerzo, prepararon el coliseo de la Universidad del Valle, instalando y organizando todo lo necesario para la realización del evento. También comenzaron a llegar, poco a poco, las delegaciones de diferentes regiones del país como Caquetá, Bucaramanga, Popayán, Medellín, Bogotá, entre otras ciudades. Delegaciones que representaban colectivos y organizaciones sindicales, obreras, campesinas, de mujeres, estudiantiles, juveniles, de defensa de territorios, ambientalistas, de comunicaciones y prensa, de artistas, entre otras. Todas ellas, buscando cumplir con el objetivo de “que esta Asamblea Nacional Popular Independiente sea un espacio para avanzar en la unidad del pueblo trabajador colombiano en torno a un programa de lucha que recoja sus principales reivindicaciones. Un espacio en donde podamos debatir y adoptar posiciones democráticamente en aras de luchar conjuntamente contra las clases dominantes y por la conquista de ese programa de lucha” (Invitación a participar de la ANPI).
Varias de las delegaciones traían consigo telas con mensajes como “ni el estado ni los politiqueros, solo el pueblo salva al pueblo”, “luchar contra el imperialismo es luchar contra el patriarcado”, “el pueblo y solo el pueblo es la fuerza motriz que hace la historia”, “gobierne quien gobierne, los derechos del pueblo se defienden”, entre otras. Así mismo, de forma imponente, estuvo siempre presente la bandera del heroico pueblo palestino, la cual reflejaba una gran unidad dentro del espacio: apoyar a las masas palestinas y su lucha contra el invasor y genocida estado sionista de Israel.
Cerca de las 9:30 de la mañana se dio inicio a la Asamblea, y la comisión política y de organización, conformada por diversas organizaciones que asumieron la preparación del evento, presentó a los asistentes la propuesta del contenido y la metodología, así como las normas de funcionamiento y convivencia, las cuales fueron puestas a consideración y aprobación de toda la Asamblea. Así mismo, se eligió una mesa para dirigir los debates. Durante todo ese día, hasta un poco más de las 8:00 de la noche, todos los asistentes estuvieron trabajando, con base en los documentos preparados previamente por la comisión política.
Entre los insumos y documentos preparatorios se encontraban tesis sobre la situación nacional, tesis sobre la situación internacional, propuesta de reivindicaciones, declaración sobre la lucha del pueblo palestino y una propuesta de plan de trabajo para darle continuidad al proceso de la Asamblea. Algunos de estos temas fueron trabajados en plenaria por todos los asistentes, y otros temas fueron abordados por comisiones que se conformaron para profundizar desde una perspectiva especifica. Las comisiones creadas fueron: tierra-barrial, sindical, mujer, jóvenes y medio ambiente. Aclarar que la comisión de tierra-barrial tenía también otros temas importantes, sin embargo, el problema de la tierra en el campo y el problema de la vivienda en las ciudades, fueron los que más se pudieron profundizar en dicha comisión.
El día domingo, también desde temprano, se volvió a retomar las labores de la Asamblea. Continuando con el trabajo y las discusiones que se comenzaron el día anterior. La ANPI sesionó hasta cerca de las 4:00 de la tarde, momento en que se dio por culminado el evento y las diferentes delegaciones, atendiendo a la disciplina, se dispusieron a dejar el espacio en perfectas condiciones de aseo y orden, para luego regresar a sus respectivas regiones.
A continuación, algunos aportes y debates que se presentaron en las plenarias a lo largo de los dos días de trabajo, y que, guiados por nuestra línea editorial, deseamos destacar.
Se insistió en la importancia de levantar bien alto las banderas del antiimperialismo, realizando acciones concretas contra las guerras de agresión en el mundo, donde sobresale la heroica guerra de resistencia del pueblo palestino. Al respecto, se presentó un importante debate, pues algunos participantes plantearon que no se podía hablar de “resistencia”, debido a la desigual correlación de fuerzas entre Israel y Palestina y al costo de sangre que han pagado las masas palestinas con más de 35 mil muertos. Por lo tanto, proponían la idea de que “no es una guerra, es un genocidio”. Sin embargo, se polemizó esta idea, otros asistentes plantearon que no se debían ver unilateralmente la situación, que el pueblo palestino no pone la otra mejilla, sino que responde a la agresión, que en Palestina ocurren ambas cosas, tanto un genocidio como una heroica resistencia armada (esta como el factor principal), lo cual nos plantea el deber tanto de denunciar el genocidio como de apoyar la heroica guerra de resistencia. También se resaltaron las banderas del internacionalismo, que debían concretarse apoyando las luchas, protestas, rebeliones de otros pueblos hermanos.
Se denunció que el gobierno Petro está pisoteando la soberanía nacional con las visitas del comando sur a Colombia, las operaciones marítimas combinadas y al entregar la Isla Gorgona al imperialismo Yanqui, para que éste construya allí una base militar. Dentro de los planes del imperialismo Yanqui se pretende construir nuevas bases militares en otras regiones del país como la Amazonia, bases militares disfrazadas de ambientalismo, pues bajo la excusa de proteger el medio ambiente, los yanquis pretenden extender su control y sus fuerzas represivas sobre los pueblos latinoamericanos. En cuanto a la actitud que se debe tomar frente al gobierno Petro, se presentó un debate. Algunos sectores plantearon a Petro como un oportunista lacayo del imperialismo yanqui, quien pretende desmovilizar al pueblo a través de promesas. Por otra parte, otros sectores de la Asamblea, plantearon la necesidad de no luchar abiertamente contra el gobierno Petro, pues considerando que éste tiene una importante influencia entre las masas y organizaciones sociales, nos conduciría al aislamiento. Aquí fueron de suma importancia las intervenciones que propusieron la política de “gobierne quien gobierne, los derechos del pueblo se defienden”, pues bajo esta política es posible la unidad tanto de los antipetristas, como aquellos que no quieren declararse antipetristas, bien sea por prevención a aislarse del pueblo, bien sea porque tienen ilusiones en dicho gobierno. Bajo esta consigna política se pone el énfasis en impulsar la lucha popular con todas aquellas organizaciones y personas que estuviesen dispuestos a defender sus derechos y luchar por sus reivindicaciones. Lucha que no es posible sin la independencia ideológica, política y organizativa del pueblo frente a cualquier gobierno dentro del actual Estado, pues de lo contrario se da la cooptación de las organizaciones populares para maniatarlas y desmovilizarlas.
Los anteriores no fueron los únicos debates e ideas expuestas dentro del evento, hubo bastantes aportes que enriquecieron la discusión y el análisis de la situación política nacional e internacional. Sin embargo, no es nuestra intención con este artículo, recoger todas las discusiones, debates y puntos de unidad, simplemente nos limitamos a resaltar algunas ideas. Actualmente la mesa directiva -elegida al final del espacio asambleario para coordinar el trabajo hasta una próxima Asamblea- está trabajando en recoger y sintetizar en documentos oficiales de la Asamblea, la unidad alcanzada: políticas para la situación nacional e internacional, acuerdos, debates pendientes, actividades y acciones a impulsar, etc.
Finalmente, el evento permitió el avance de unir y articular las fuerzas independientes que desean levantar las banderas de la lucha popular a nivel nacional. Con alegría, los asistentes llegaron a importantes acuerdos para impulsar la lucha por las reivindicaciones del pueblo trabajador en contra de las clases dominantes y el imperialismo. Es de destacar, que aunque las fuerzas independientes, son una minoría en comparación con las fuerzas gobernistas (bajo la dirección o influencia del petrismo), es muy necesario e importante la iniciativa de persistir por unir y articular a todas aquellas organizaciones y sectores sociales, que estén dispuestos a luchar por sus derechos, porque solo a través de la lucha, el mismo pueblo podrá ir comprendiendo el camino para conquistar tanto sus reivindicaciones como una transformación de la sociedad. Por lo tanto, la Asamblea Nacional Popular Independiente fue un importante avance del pueblo colombiano para avanzar en su organización democrática, popular, combativa e independiente.
A continuación, más imágenes de la Asamblea: