El pasado viernes 28 de octubre diversas organizaciones juveniles, estudiantiles, revolucionarias, sindicales y solidarias, convocaron en distintas ciudades del país a una jornada de movilización exigiendo la libertad de la juventud criminalizada y perseguida por el Estado a causa de su participación activa en las más importantes protestas del país en el tiempo reciente y en las cuales los jóvenes fueron los grandes protagonistas: el gran levantamiento popular de 2021 y las heroicas batallas del 9 al 11 de septiembre de 2020.

Portada Nueva Democracia Edición #3. Fotografías: @elnegroopress (Instagram); The Atlantic; Publimetro; Nueva Democracia; @ernestoche04 (Instagram). Diseño: @xcalvinho_ (Instagram)

Según un comunicado de la fiscalía, respondiendo a un derecho de petición radicado por el Comité de Solidaridad Canadá Colombia: “se reporta 367 jóvenes, entre 18 y 26 años, con registro de captura legalizada por hechos ocurridos en el marco de la protesta social de los años 2020 y 2021” con fecha de corte al 23 de agosto del presente año. Desde Nueva Democracia no logramos encontrar una fuente con información concreta sobre cuántos jóvenes se encuentran todavía prisioneros en las cárceles y cuántos consiguieron continuar con el proceso judicial bajo la figura de la detención domiciliaria. La gran mayoría de estos casos se encuentran a la espera de las audiencias de imputación de cargos y de sentencias, en un prolongado y negligente proceso en el que la fiscalía no ha presentado pruebas claras y se han aplazado en diversas ocasiones las audiencias buscando dilatar y desmoralizar a los jóvenes luchadores. También se han denunciado las penosas condiciones en que viven los presos al interior de las cárceles y los elevados costos económicos que deben afrontar sus familias.

En Medellín se citó a movilización desde el Parque de la Resistencia y plantón en el bunker de la fiscalía. La jornada transcurrió en calma y contó con la participación de alrededor de 70 manifestantes, quienes entonaron consignas, colgaron múltiples telas y realizaron una intervención al frente de las instalaciones de la fiscalía en la cual pintaron mensajes políticos en vallas, separadores viales y algunos muros de la institución. La madre de uno de los activistas detenidos participó de la jornada y expresó unas sentidas palabras rechazando la persecución del Estado a su hijo y a los demás jóvenes detenidos por luchar.

Movilización impulsada por diversos sectores populares exigiendo la libertad de los presos políticos en Medellín. Foto: ND
Tela colgada por jóvenes revolucionarios en una entrada de la Universidad de Antioquia en Medellín, denunciando el carácter oportunista del gobierno actual y llamando a organizarse para la revolución. Foto: ND
Vallas de la fiscalía en la ciudad de Medellín intervenidas por la juventud en medio de las protestas. Foto: ND

En Bogotá se definieron varios puntos de concentración. Algunos de esos puntos se encontraron en la Universidad Nacional conformando un grupo más grande que se dirigió hacia la sede de la fiscalía. En el recorrido, la juventud combativa realizó pintas en los muros de la Embajada de EEUU y en estaciones de Transmilenio. En la Fiscalía los manifestantes pintaron paredes, colgaron telas, agitaron consignas y realizaron una quema simbólica del logo de la Fiscalía. La jornada transcurría en calma hasta que el ESMAD, el cual se encontraba al interior de las instalaciones de la fiscalía, intervino de manera arbitraria y violenta dispersando la manifestación y reprimiendo a los jóvenes quienes resistieron ante la inesperada ofensiva policial que los tomó por sorpresa y que afectó incluso a los gestores de convivencia enviados por la alcaldía para contener la manifestación. También se denunció la presencia de agentes infiltrados de la policía vestidos de civil en medio de la movilización buscando sabotear la jornada.

En Cali la cita fue en la Plazoleta de San Francisco, al frente de las oficinas de la fiscalía en esa ciudad. Un grupo de manifestantes, entre los cuales había familiares de los detenidos, abogados, sindicalistas y jóvenes populares, agitó consignas y realizó discursos denunciando la fuerte persecución a la juventud popular en esta ciudad, la cual fue epicentro del paro nacional durante el año pasado. Especialmente exigieron la libertad de los numerosos activistas capturados de Puerto Resistencia, uno de los puntos de lucha más importantes durante las protestas de 2021 ubicado en el humilde y rebelde barrio llamado Puerto Rellena en el oriente de Cali.

También se convocaron plantones y acciones de solidaridad en ciudades como Bucaramanga, Pereira, Manizales y en las embajadas de Colombia en otros países.