Lo que va de este año las masas campesinas, indígenas y trabajadoras han realizado más de 100 bloqueos alrededor de todo el país en contra de la carestía de los alimentos, pasajes y de la vida en general y han resistido combativamente la represión estatal.
Como no podría ser de otra manera, el movimiento estudiantil también se ha estado reactivando principalmente en Bogotá, pero también ha habido jornadas de movilizaciones y protestas en otras ciudades del país. Las principales razones son la carestía de los alimentos, el pasaje y la vida en general, el poco presupuesto de las universidades públicas y a las pésimas condiciones de vida a la que las clases dominantes tienen sometido al pueblo.
En enero se realizó el incremento en el costo del pasaje de transmilenio en Bogotá por lo cual estudiantes universitarios de varias universidades públicas en esa ciudad han realizado varias “colatones” en protesta contra el pésimo servicio de transporte y el alto costo del pasaje (el cual cuesta aproximadamente 3000 pesos) y bajo la consigna de “Evadir, no pagar, otra forma de luchar”.
El 7 de febrero estudiantes de la Facultad de Ciencias y Matemáticas de la Universidad Distrital entraron en paro indefinido y salieron a bloquear una vía frente a la universidad, las principales razones y exigencias son el mal estado de la infraestructura y que no hay espacios ni salones para recibir clases, pues la universidad ha tenido que arrendar salones en otras universidades y colegios. Al día siguiente, el 8 de febrero, los estudiantes se movilizaron hacia la sede administrativa de la universidad a exigir soluciones. En ambas jornadas hubo presencia y represión por parte de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (UNDMO), antes llamado ESMAD.
El 23 de febrero alrededor de 130 estudiantes del Colegio Mayor de Cundinamarca salieron a bloquear una vía cerca del centro de Bogotá, protestando en contra del vencimiento de las pólizas de seguros estudiantiles, el alza en los precios de matrícula y por la falta de mantenimiento a la infraestructura, fue una jornada combativa que fue reprimida por la UNDMO. El mismo día por lo menos 250 estudiantes de la Universidad Nacional también se movilizaron al interior de la universidad, donde quemaron unos torniquetes que la administración había puesto recientemente y que según los estudiantes representan un intento de privatización de la universidad, luego de eso salieron a bloquear las vías del Transmilenio.
El siguiente día, el 24 de febrero (día contra la represión policial, y día -en 1999- de nacimiento del ESMAD), estudiantes de la Universidad Pedagógica Nacional realizaron un plantón frente a la universidad denunciando el actuar criminal del ESMAD (hoy UNDMO) a lo largo de su existencia y en general el actuar criminal y mercenario de la policía, y denunciando las falsas promesas que hizo Gustavo Petro en campaña, de desmontarlo pues en los hechos esencialmente cambió apenas su nombre y el color del uniforme. Este fue un plantón combativo que se enfrentó a la represión policial.
Alrededor de 400 estudiantes en de la Universidad Nacional Sede Bogotá (la cual se encuentra en asamblea permanente) realizaron una marcha el 7 de marzo hacia el ministerio de educación con el propósito de exigir mayor presupuesto y mejores condiciones para los docentes, una representante estudiantil denuncio que la universidad se encuentra en una crisis presupuestal con un déficit de al menos 13.000 millones de pesos de solo funcionamiento, sin contar otros sectores como investigación, donde hay también un gran déficit. También denuncia el endeudamiento de la universidad con un crédito de 80.000 millones otorgado por Findeter. Esta crisis presupuestal se ha visto reflejada en el bienestar universitario, donde ha habido recortes en conceptos de alimentación y vivienda para estudiantes y en la contratación de docentes.
A la marcha hacia el ministerio se unieron estudiantes de la Universidad Distrital, la jornada termino con una colaton en Transmilenio.
En otras regiones del país también se han desarrollado protestas y movilizaciones: estudiantes de la Universidad del Atlántico realizaron un plantón en el corredor universitario en Barranquilla y una movilización en Barranquilla y Puerto Colombia, junto a estudiantes de la Universidad del Norte y de la Universidad Libre en contra del alza en el costo del pasaje del Transmetro y demás buses urbanos y exigiendo una tarifa diferencial para estudiantes. Esta es la misma exigencia de los universitarios en Nariño quienes protagonizaron protestas a inicios de año.
Por otro lado, en marzo se presentaron disturbios en la Universidad Popular del Cesar que terminaron en confrontación con la UNDMO (ESMAD) y los estudiantes y profesores de la Universidad de los Llanos (estos últimos entraron a Asamblea Permanente) han protagonizado protestas en lo que va corrido de este año en contra de la crisis presupuestal que impide mayor contratación de profesores y mejoras laborales para la actual planta docente.
Todas estas movilizaciones, plantones y bloqueos que han hecho los estudiantes universitarios a lo largo de este año son muestra de que el movimiento estudiantil está reactivándose luego de un periodo de pasividad relacionado con la pandemia y con el actual gobierno Gustavo Petro y Francia Márquez, que prometieron ser el cambio que necesitaba el país y la educación, con educación gratuita y de calidad a toda la juventud colombiana, aumento significativo del presupuesto a la educación, entre otras promesas.
No sabemos hay certeza de cuál sea el desarrollo de la actual reactivación del movimiento estudiantil. La realidad es que las universidades públicas siguen en crisis, el pueblo está sufriendo la carestía de la vida y precisamente estas jornadas de movilización y sus motivos ponen de relieve tal problemática.
La crisis presupuestal ha afectado al movimiento estudiantil desde hace muchos años y ningún gobierno ha sido capaz de dar solución efectiva a tal situación. Los avances y triunfos que ha conquistado el movimiento estudiantil y el movimiento social han sido fruto de la lucha organizada, como son ejemplo el paro estudiantil del 2018 y el gran paro nacional del año 2021, sucesos tras los cuales se ha tenido que ceder -entre otras cosas- de parte del Estado a una petición histórica del movimiento estudiantil: la matrícula cero.
Algunos sectores estudiantiles proponen que la solución a la crisis presupuestal en la que se encuentran las universidades públicas, es reformar la ley 30 apoyando a los congresistas que la tramiten. Sin embargo, el camino que más les ha dado frutos a los estudiantes universitarios y el que deben seguir es y ha sido el de construir y organizar un movimiento estudiantil combativo e independiente del Estado y los politiqueros, que le exija mayor presupuesto al gobierno de turno y lo conquiste por medio de la lucha