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Las duras condiciones de vida, la explotación y opresión a la que están sometidas las masas en las naciones oprimidas, por el capitalismo burocrático, por los latifundios y terratenientes que mantienen el atraso y por el imperialismo que somete y saquea, generan tres montañas que pesan sobre el pueblo (capitalismo burocrático, semifeudalidad e imperialismo). Estas tres montañas ocasionan por un lado grandes protestas y rebeliones de las masas, y por otro que las masas migren a otros países (principalmente países imperialistas como Estados Unidos y países de Europa) bajo la falsa promesa de una mejor vida.

Pero lejos de mejorar sus condiciones, los migrantes se ven obligados, en medio de su recorrido hacia otros países, a atravesar situaciones que incluso ponen en riesgo su vida, como lo es atravesar la selva del Darién que en 2023 en los primeros 4 meses del año han cruzado alrededor de 100.000 migrantes, cifra histórica que es seis veces mayor que la del mismo periodo del 2022.

Según testimonios de algunos migrantes, los viajeros se enfrentan a los embates propios de la selva, como animales salvajes o ríos crecidos, y también a abusos, incluido el sexual, o asaltos por parte de grupos armados. Muchos dijeron haber visto cadáveres de personas a lo largo del trayecto.

Así mismo, migrantes de Medio Oriente y África que quieren llegar a Europa se ven obligados a cruzar, por lo que varios denominan como “el cementerio de migrantes”, es decir cruzar el mar Mediterráneo, donde más de 400 personas han muerto en embarcaciones, en los primeros 3 meses de este año, cifra que va en aumento debido a restricciones que le han impuesto algunos Estados imperialistas a las ONG para buscar y rescatar migrantes. Estos escenarios (la selva y el mar), son solo algunos ejemplos por los que los migrantes alrededor del mundo deben cruzar.

Las duras condiciones a las que están sometidos los migrantes no se quedan solo en el recorrido, pues una vez logran llegar a las fronteras de los países a los que quieren ingresar se encuentran con la represión estatal y no estatal de dichos países. Así sucedió en junio de 2022, cuando alrededor de 2000 migrantes que intentaron entrar a España escalando las altas vallas de alambre que rodean Melilla fueron recibidos con balas y gases lacrimógenos por las fuerzas de seguridad marroquíes y la Guardia Civil española, asesinando a 23 de ellos. Lo mismo ocurre en la frontera entre México y Estados Unidos, donde deben enfrentarse a las duras medidas anti migrantes, como el recién eliminado Titulo 42 que fue puesto bajo la excusa de la pandemia (Covid 19) y que facilitaba la expulsión de migrantes de Estados Unidos y como el Titulo 8 (normativa que se está usando tras el Titulo 42) que impone aún mayores restricciones a los migrantes ilegales, también se enfrentan a los centros de detención (alrededor de 28000 migrantes bajo custodia de la guardia fronteriza el 10 de mayo) que son conocidos por casos de abuso, tortura, malos tratos e incluso muertes por malas condiciones de vivienda y que ha alcanzado exorbitantes tasas de hacinamiento.

Objetivamente, el endurecimiento de los castigos y la prohibición hacia los migrantes arrojarán aún más masas al mercado de la inmigración ilegal, situación en la cual el imperialismo yanqui en colusión con los grandes cárteles de la droga de América Latina, obtiene miles de dólares de la participación directa o indirecta en el contrabando de migrantes. Por un lado, las restricciones hacen que los migrantes caigan en manos de los cárteles de la droga teniéndoles que pagar por la “ayuda” que les brindan y por otro, agentes del gobierno yanqui y la patrulla fronteriza se benefician de los sobornos y vínculos que tienen con los “coyotes” (como se conoce a los traficantes de inmigrantes) y con el cartel de Sinaloa.

Al entrar a las potencias y superpotencias los migrantes no logran encontrar mejores condiciones de vida, sino lo contrario, el imperialismo los somete a realizar los trabajos más duros, con los peores salarios y en las peores condiciones o ausencia total de derechos laborales. Así lo muestra un artículo publicado en el heraldo rojo, donde muestra como la agricultura de la Unión Europea se sostiene con la sobre la sobreexplotación de los migrantes y muestra como incluso los someten a relaciones de producción pre-capitalistas (semifeudales y esclavistas), pues le roban los salarios, los ponen en deuda con el empresario, les proveen de alojamiento, transporte y comida (totalmente precarios) y los restan de sus salarios, entre otros. Es así como las potencias y superpotencias aumentan sus riquezas a costa de los migrantes de las naciones oprimidas.

A mayor opresión, mayor rebelión.

 Los migrantes que pasan a engrosar las filas del proletariado en los países imperialistas, llevan consigo y agudizan la contradicción entre naciones oprimidas e imperialismo y la contradicción entre la burguesía y el proletariado. Ellos le llevan de vuelta la crisis que el imperialismo genera.

Masivas protestas se dan en los países imperialistas por parte de los migrantes o a favor de ellos. El año pasado en Alemania las masas salieron combativamente a exigir justicia contra el asesinato de migrantes. También se han registrado manifestaciones en México exigiendo la regularización de documentos para entrar a Estados Unidos. Los camioneros que transportan bienes y mercancías hacia Florida, Estados Unidos hicieron boicot al no transportar mercancías en protesta contra la ley anti migrantes que aprobó este estado (Ley que entre otras cosas pone multas a empresas que contraten migrantes indocumentados, condena a cárcel a quien los transporte hacia Florida y dejará de reconocer licencias de conducción de migrantes que ingresaron al país de forma ilegal). El primero de junio, día en que entró en vigencia esta ley hubo masivas protestas en la Florida.

Un perverso crimen contra el pueblo ocurrió el 29 de marzo, migrantes que se encontraban detenidos en la Ciudad de Juárez, México, iniciaron una protesta en contra de las malas condiciones de detención, según algunos testigos y grabaciones de los hechos, ellos habrían prendido fuego a unas colchonetas como forma de protesta. Ante el aumento del fuego los guardias simplemente se alejaron y dejaron que murieran 39 personas incineradas. Ante esto, el Presidente AMLO en lugar de repudiar enérgicamente lo sucedido, condenar a los guardias asesinos y celebrar la rebeldía y combatividad de los asesinados planteó: “como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego; y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”, quitándole toda responsabilidad a los guardias y responsabilizando por imprudentes a los que murieron luchando por exigir mejores condiciones.

El imperialismo no cansado de imponer y someter a las peores condiciones de vida a las masas de las naciones oprimidas en sus propios países, generando crisis, hambre y pobreza. Impone también restricciones y obstáculos a aquellos que cansados de la pobreza en su país migran con la ilusión de tener más oportunidades de una mejor vida.

Estas movilizaciones y protestas son muestra de lo que otrora diría Marx. El imperialismo no solo va generando crisis, sino que a su sepulturero.

El proletariado y las masas de las naciones oprimidas, jugarán un papel principal en la destrucción del imperialismo, desde sus propios países o desde las entrañas mismas de esos tigres de papel.