Foto: Infobae

Presentamos un extracto de un artículo que por entonces fue escrito por un medio periodístico popular para relatar los hechos ocurridos en aquel septiembre de 2020. Estas jornadas fueron predecesoras de lo que el siguiente año (2021) sería el gran levantamiento popular:

“En los baluartes de la reacción, en las ciudades principales donde se encuentran fuertemente atrincherados y armados para defender su viejo poder, se ha desatado la más furiosa rebelión urbana del pueblo en los últimos años. La gota que derramó el vaso ocurrió en la madrugada del pasado 9 de septiembre en la ciudad de Bogotá. Javier Ordoñez, abogado de 43 años y padre de dos hijos, fue detenido y electrocutado por varios policías en reiteradas ocasiones y posteriormente fue trasladado a un CAI (Comando de Acción Inmediata de la policía) donde lo golpearon y torturaron causándole 9 fracturas en el cráneo, graves daños en las costillas y en el hígado que finalmente lo llevaron a la muerte en un hospital de la ciudad. Las escenas de la detención y la tortura con una pistola taser fueron grabadas por un amigo de Javier quién presenció los hechos y rápidamente se hicieron virales, despertando la más profunda indignación popular (…) Y la rebelión estalló. Miles de personas salieron a las calles y la furia del pueblo apuntó principalmente a los CAI y comandos de policía, donde fue asesinado Javier y muchos otros hijos del pueblo en manos de las reaccionarias fuerzas policiales (…) La violencia revolucionaria del pueblo se desató y pasó por encima de todo ese montón colosal de basura que por años ha querido desviarlo y contenerlo. (…) El saldo de aquella primera jornada de protestas el 9 de septiembre fue contundente: 53 instalaciones policiales atacadas, entre ellas 49 CAI destruidos y 17 incendiados, todos en su gran mayoría ubicados en la capital del país. En la ciudad de Medellín, la segunda más importante del país, la juventud revolucionaria (…)  siguiendo el camino de las banderas rojas se dirigió al Comando de Policía en pleno centro de la ciudad donde destrozaron sus puertas y ventanas e intentaron incendiarlo. Finalmente el ESMAD intervino y se presentaron fuertes enfrentamientos callejeros en las calles de la ciudad hasta altas horas de la noche. El día siguiente continuaron las protestas y se extendieron a otros lugares del país. Además de Bogotá y Medellín, se presentaron manifestaciones en Cundinamarca, Cali, Manizales, Pereira, Barranquilla, Cúcuta, entre otras ciudades. Nuevamente las jornadas fueron marcadas por su gran combatividad y por la participación activa de la juventud popular”.

En aquellas históricas jornadas fueron asesinados aproximadamente 13 jóvenes:

Loewuan Mendoza, de 30 años, quien dejó a un hijo de 15 años.

Anthony Gabriel Estrada, humilde joven venezolano de 28 años. Dejó un niño de 3 años. Su familia no tenía siquiera recursos para sus exequias.

Cristhian Andrés Hurtado, de 27 años.

Jaider Fonseca, de 17 años. Era padre de un bebé de 7 meses

Julieth Ramírez, de 18 años

Germán Smyth Puentes, de 25 años

Julián Gonzales de 27 años.

Cristián Yara, padre de una niña de 7 años y otra de 2

Andrés Rodríguez de 23 años

Freddy Mahecha de 20 años

Angie Baquero de 29 años

Eidier Arias, de 17 años

Este año, hace cuatro días, se realizaron diversas actividades artísticas y culturales en conmemoración de aquellas jornadas de lucha y exigiendo justicia con los asesinados.

Además, como culmen de las actividades, la juventud más combativa realizó bloqueos de Transmilenio (transporte público de Bogotá) e incendiaron un CAI en la localidad de Suba, el CAI de la Gaitana. El pueblo no olvida la gloriosa llama que encendió en septiembre del 2020 contra las fuerzas reaccionarias y sigue exigiendo justicia para sus muertos.

Aquí algunos link de videos de la juventud combativa:

https://www.infobae.com/colombia/2023/09/10/policia-entrego-balance-del-ataque-al-cai-la-gaitana-no-hubo-heridos/

https://www.elespectador.com/bogota/atencion-desconocidos-intentaron-incendiar-el-cai-de-la-gaitana/