Reproducimos una traducción no oficial de este artículo de la prensa democrática y popular, A Nova Democracia
Los términos confirman la iniciativa de la Resistencia Nacional Palestina sobre el acuerdo. El alto el fuego, aunque sea violado por el Estado sionista, permite a las fuerzas de la Resistencia Nacional reorganizarse, impone la retirada de las tropas sionistas del territorio palestino y engrosa las filas de la Resistencia, ya sea mediante el apoyo popular de los palestinos de Gaza o de los palestinos recién liberados, o mediante la adhesión de facto a organizaciones patrióticas.
por Redação de AND
15 de enerode 2025

Miles de palestinos empezaron a celebrar hoy (15 de enero) el alto el fuego después de que la Autoridad de Radiodifusión israelí anunciara que el Estado nazi-sionista de Israel había aceptado el acuerdo. Hamás ya había anunciado su aceptación. El acuerdo cumple el objetivo táctico de impulsar la organización de la resistencia y fue apoyado por otras organizaciones, como la Yihad Islámica Palestina. El derrotado Benjamin Netanyahu, que inicialmente lo negó, se vio obligado a aceptar el acuerdo.
El alto el fuego debería comenzar en dos o tres días, según fuentes qataríes. Las directrices firmadas en el acuerdo por Hamás incluyen un alto el fuego de seis semanas, la retirada total de las fuerzas de ocupación israelíes del centro de Gaza, el retorno de la población desplazada por la agresión sionista al norte del enclave y la liberación de más de mil prisioneros palestinos, incluidos palestinos condenados a cadena perpetua. A cambio, la resistencia entregará inicialmente a 33 cautivos israelíes.
Los términos confirman la iniciativa de la Resistencia Nacional Palestina sobre el acuerdo. El alto el fuego, aunque sea violado por el Estado sionista, permite a las fuerzas de la Resistencia Nacional reorganizarse, impone la retirada de las tropas sionistas del territorio palestino y engrosa las filas de la Resistencia, ya sea mediante el apoyo popular de los palestinos de Gaza o de los palestinos recién liberados, ya sea mediante la adhesión de facto a organizaciones patrióticas.
Además, la Resistencia Nacional Palestina ha demostrado que un pueblo puede destruir a los ejércitos más poderosos aplicando los métodos correctos de lucha armada, construyendo sus propias fuerzas armadas y apoyándose en las masas populares.
«El acuerdo para detener la agresión contra Gaza es un logro para nuestro pueblo, nuestra resistencia, nuestra nación y los pueblos libres del mundo. Marca una etapa fundamental en la lucha en curso contra el enemigo, allanando el camino para alcanzar los objetivos de la liberación y el retorno de nuestro pueblo», declaró Hamás en un comunicado oficial.
El ambiente en la Franja de Gaza es festivo. Miles de palestinos salieron a la calle con banderas de las organizaciones de la Resistencia Nacional. Un periodista fue levantado a hombros por la gente mientras anunciaba el alto el fuego.
Netanyahu en apuros
Al mismo tiempo, en el bando de la ocupación sionista, las manifestaciones condenaron el retraso del primer ministro nazi, Benjamin Netanyahu, en aceptar el acuerdo. Inicialmente, Netanyahu negó la posibilidad de firmar el alto el fuego, pero ante el inminente riesgo de colapso interno en Israel, se vio obligado a aceptar las condiciones, según analistas del portal Al Jazeera.
Netanyahu, que prometió «poner fin a la guerra con la única condición de la completa destrucción de Hamás», acabó con una completa derrota política y militar. El Estado de Israel se encuentra en un nivel de aislamiento internacional sin precedentes, con condenas al Estado y a sus representantes en tribunales internacionales. Boicots, sabotajes y protestas condenan al sionismo en todo el mundo. Israel ha fracasado en su intento de realizar una Segunda Nakba, de llevar a cabo una limpieza étnica y de destruir la Resistencia Nacional Palestina.
El imperialismo yanqui ha presionado para lograr un acuerdo en sus propios términos, que ha sido echado por tierra por la resistencia. El reaccionario secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, abogó por que la colaboracionista «Autoridad Palestina» gobernara la Franja de Gaza tras el acuerdo. Sin embargo, el hecho es que Hamás es el principal organizador del pueblo palestino en Gaza.