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Cada 10 de febrero el Movimiento Estudiantil, principalmente en Medellín, rinde homenaje a las compañeras Paula Ospina y Magaly Betancur, estudiantes de la Universidad Nacional, que murieron debido a una explosión, la cual hasta hoy se desconoce su causa, en medio de un tropel en la Universidad de Antioquia (UdeA), en el marco de las protestas contra el Tratado Libre de Comercio – TLC que quería imponer el imperialismo yanqui en nuestro país. Este 2025 se conmemoran 20 años de su muerte.
En el 2005 se vivía un auge del paramilitarismo y de la guerra contrainsurgente encabezada por Álvaro Uribe Vélez (presidente en ese momento); el Movimiento Popular estaba recibiendo grandes golpes por cuenta de la represión y asesinato a varios de sus líderes más rebeldes. Además, con su política vendepatria, el gobierno estaba adelantando unos “diálogos” para establecer un TLC con los Estados Unidos, que aparte de quebrar a los campesinos, según denunciaban los estudiantes, atacaba la independencia de la universidad imponiendo cambios en las mallas curriculares para ponerlas al servicio de las necesidades del imperialismo yanqui. Junto a esto algunos rectores, como el de la Universidad Nacional, Marco Palacios, implementaban medidas represivas (como seguridad privada dentro de la universidad) para frenar la lucha estudiantil.
Es en este contexto en que Paula y Magaly se habían involucrado en la lucha por los derechos del pueblo. Paula era una activista estudiantil muy comprometida, a ella se le veía repartiendo volantes, llamando a participar de actividades y denunciando las injusticias que sufre el pueblo. Magaly también fue activista estudiantil pero su participación política fue principalmente en barrios populares de la ciudad. Ambas fueron jóvenes rebeldes y comprometidas con la lucha del pueblo. Este sentimiento, de rechazo a esta injusta sociedad y a los responsables de la opresión, las llevo a que el 10 de febrero se unieran a las protestas antimperialistas contra el TLC que se habían convocado en la UdeA. Aquel día participaron alrededor de 100 personas lo que reflejaba un fuerte sentimiento antimperialista.
Después de la muerte de Paula y Magaly, el Estado realiza la operación Algebra II, dirigida por Rubén Darío Carrillo comandante de la Policía que tenía cercanía con jefes paramilitares, con el objetivo de investigar y capturar a los estudiantes supuestamente involucrados en ese hecho. Producto de dicha operación varios estudiantes fueron perseguidos, amenazados por los paramilitares y 14 de ellos fueron encarcelados. Ese mismo año las protestas contra el TLC continuaron y varios estudiantes y organizaciones estudiantiles realizaron murales para conmemorar a Paula y Magaly.
Paula y Magaly se han convertido en un símbolo de resistencia y de lucha, así como un ejemplo de rebeldía, de combatividad, de amor por el pueblo, de rechazo a los opresores y de un gran espíritu antimperialista para las nuevas generaciones de estudiantes democráticos y revolucionarios que se vienen organizando para fortalecer la lucha estudiantil y la lucha del pueblo en general.