El pasado 11 de septiembre de 2022 se conmemoró un año del asesinato del doctor Ruben Manuel Abimael Guzman Reynoso, el Presidente Gonzalo, a manos de la reacción. Es considerado por revolucionarios y comunistas en Perú y en el resto del mundo como el más grande marxista leninista maoista de la presente época. Dirigió la revolución peruana contra las fuerzas de la reacción entregando victorias al pueblo del Perú y del mundo y legando el arma todopoderosa de la ideología del proletariado con el llamado a los revolucionarios y comunistas de: unirse bajo el maoísmo.

Ejemplo de intelectual proletario, al terminar sus estudios fue profesor universitario en Ayacucho donde comprendió el peso del campesinado en la revolución, el importante papel del presidente Mao Tse Tung para la revolución proletaria mundial y la necesidad de la lucha contra el revisionismo. Luego de eso se entregó por entero a la tarea de la reconstitución de un verdadero partido comunista que iniciara y desarrollara la guerra popular como único camino triunfante que la revolución proletaria puede tomar. Fueron 17 años de intenso trabajo para culminar la reconstitución, 12 años de avance incontenible de la guerra popular en el Perú, hasta su detención y la de la mayoría del Comité Central en 1992, esto sumado a los 29 años de firmeza inquebrantable, en que tuvo que sufrir detención y aislamiento lo convierten en uno de los revolucionarios más queridos por los pueblos del mundo. Es recordado su discurso, primera y única declaración que pudo hacer después de su captura, que ha retumbado como mandato, victoria y bandera de resistencia entre comunistas y revolucionarios.

El Presidente Gonzalo en medio de la guerra popular en el Perú legó importantes aportes al proletariado internacional, tales como la definición del maoísmo como tercera, nueva y superior etapa de desarrollo del marxismo, la orientación de constituir o reconstituir según sea el caso partidos comunistas militarizados en cada país, la generalización y mayor conceptualización del capitalismo burocrático, la defensa del camarada Stalin cuando el revisionismo aliado con el imperialismo y la reacción lanzaron contra él su campaña contrarrevolucionaria, entre muchos otros. La base naval del Callao que fuera una sucia mazmorra de la reacción, resplandeció luminosa, como la más alta trinchera de combate con la presencia del Presidente Gonzalo y su indoblegable espíritu comunista, que mantuvo en pie hasta el último momento de su lento asesinato (se le negó atención hospitalaria hasta llevarlo a la muerte). Quisieron mostrarlo como un traidor que habría firmado acuerdos para aniquilar al partido y derrotar la guerra popular, apoyándose en revisionistas que otrora fueron dirigentes del PCP. Nunca pudieron doblegarlo y decretaron duras leyes en contra de su memoria. Sin embargo se escuchó desde todos los rincones del planeta (Ecuador, México, Brasil, Perú, Colombia, Francia, Alemania, Austria, Estados Unidos, por nombrar apenas algunos países) la siguiente consigna: el presidente Gonzalo vive en su todopoderoso pensamiento; consigna entonada por los pueblos del mundo como un grito de guerra en contra del imperialismo, el revisionismo y la reacción.