La guerra de agresión del imperialismo ruso a Ucrania ha generado pugnas importantes entre los países imperialistas, una de esas pugnas interimperialistas más importantes es la que actualmente se da entre la Unión Europea (UE), con Alemania a la cabeza, y Rusia. La UE sancionó con medidas políticas y económicas a Rusia, entre ellas, la prohibición para hacer transacciones a Europa desde los bancos rusos principales y la prohibición de exportaciones de instrumentos para aeronaves, alta tecnología, petróleo y carbón. Rusia respondió reduciendo las exportaciones de gas y cerrando el gasoducto Nordstream 1. Europa importa el 40% del gas desde Rusia, esta medida ha hecho que el gas tenga que ser transportado de otras formas encareciendo el servicio en general del gas en todos los países de Europa.
Las pugnas imperialistas nunca han traído beneficios a las masas, todo lo contrario, sobre los hombros de las masas es donde recaen todas las consecuencias. Todo este contexto ligado al alza general del costo de vida en todo el mundo ha generado en algunos países de Europa una profunda indignación por los precios del gas y otros servicios energéticos que ha sacado a miles de personas a las calles, situación que se agudiza con la llegada del invierno. En Italia, los precios del gas y la energía subieron un 60% en los últimos 2 meses lo que llevó a que cientos de personas protestaran quemando sus recibos de gas y energía a las afueras de bancos importantes; En Bruselas, Bélgica, el pasado 21 de septiembre unas 10.000 personas se concentraron para protestar por los altos costos de los alimentos y la energía; en Alemania, el 27 de septiembre, aproximadamente 24.000 personas protestaron en contra de las medidas a la crisis energética por parte del gobierno, entre la cuales se encuentra el alza generalizada de los costos y, al igual que en Suiza, medidas para reducir el consumo donde amenazan con sanciones a hogares que utilicen la calefacción arriba de los 19° grados centígrados. Sobre el pueblo de toda Europa recaen las consecuencias de una guerra de agresión imperialista y sumado a esto, la recesión mundial, el imperialismo en descomposición. Quieren que sea el pueblo el que pague los platos rotos y los someten a aguantar frio, a congelarlos hasta la muerte y a ahorcarlos con alzas generales del costo de vida. Pero con el frio no lograrán apagar la llama revolucionaria de las masas y serán estas las que se sigan levantando incluso en el invierno por mejorar sus condiciones de vida y por el fin de los crímenes de los países imperialistas en todo el mundo.