El pasado 28 de marzo, fue hallado en el hotel Gotham ubicado en la ciudad de Medellín, un estadounidense identificado como Timothy Alan Livingston en compañía de dos niñas de 12 y 13 años, a las cuales pagó una suma de aproximadamente 300.000 mil pesos a cambio de servicios sexuales. Al parecer logró ingresar al establecimiento tras un cambio de turno de la vigilancia, en los videos de las cámaras de seguridad se logra ver a un menor de edad que avisaba que el lugar estaba despejado. Tras este hecho, las autoridades locales fueron informadas y llegaron a la habitación, en la cual encontraron al hombre dentro de una bañera, varios condones usados, algunas drogas como marihuana y 2CB, y a las niñas en vestido de baño. Fue llevado a un centro transitorio de casos de contravención y convivencia de la zona, pero fue dejado en libertad con el argumento de falta de pruebas, tras lo cual, Timothy tomó un avión y regresó a su país.
No es un caso aislado
A pesar del reciente foco que se ha puesto a los casos actuales de abuso y explotación sexual contra menores de edad, la realidad es que no es un problema reciente en la ciudad. Informes de algunos organismos gubernamentales aseguran que en los últimos tres años, cerca de 1.264 niños, niñas y adolescentes han sido identificados como parte de redes de tratas de personas que se dedican a prestar servicios sexuales para turistas nacionales e internacionales, con un aumento del 56.9% de los casos en el 2023 respecto al año anterior, lo que demuestra que no es una situación exclusiva de la actual alcaldía, sino que representa una problemática estructural en la que el viejo Estado juega un papel decisivo.
Tras conocerse el caso de Timothy, algunas investigaciones dieron luz sobre una banda criminal conocida como la Terraza que opera en el parque Lleras y otros sectores de la ciudad, con el control de cerca del 80% de la criminalidad del Valle de Aburrá y que es la principal responsable de la prostitución y explotación sexual de mujeres y menores de edad. Su origen se remonta a los años 80’s al ser patrocinada por Pablo Escobar, gracias a lo cual aumentó su poder armamentístico y económico, y que tras la muerte del narcotraficante tuvo enfrentamientos con otros grupos delincuenciales por el control de zonas. Además, se han logrado identificar nexos con políticos vinculados con Álvaro Uribe Vélez y con el secretario de seguridad de Federico Gutiérrez durante su mandato en 2017.
Esta organización recluta niños, niñas y adolescentes, usualmente de estratos 1, 2 y 3, a través de redes sociales como Facebook y Messenger, por medio de las cuales hacen ofertas de empleo falsos con remuneraciones que van inicialmente entre 300.000 – 500.000 pesos. Adicionalmente, les ofrecen incentivos tales como vivienda, alimentación y comida por 2 meses a aquellos menores que recluten más personas en colegios y otros establecimientos. Una vez conformada la red, miembros de la banda criminal contactan con prestadores de servicio de transporte y administradores de residencias en barrios turísticos de la ciudad, quienes se encargan de la logística para permitir la llegada e ingreso de las menores a los hoteles de la zona; por otra parte, a los extranjeros que visitarán la ciudad, les ofrecen planes turísticos de 5 noches de fiesta con un valor entre 7 y 10 millones de pesos, dentro de lo cual viene incluido un catálogo con las menores que serán explotadas sexualmente.
Complicidad del viejo Estado
El hotel Gotham, establecimiento donde fue encontrado Timothy, pertenece a Bradley Hinkelman, reconocido por ser propietario de cerca de 400 establecimientos de hospedaje en Medellín y fundador de Casacol SAS, firma dedicada a ayudar a extranjeros a invertir en propiedad raíz en la ciudad y de trazos urbanos SAS, la cual realizó una donación de 5 millones de pesos a la campaña por la alcaldía de Federico Gutiérrez. No es la primera vez que en las propiedades de Bradley son denunciados casos de prostitución, pues en febrero de este año fue capturado otro extranjero por delitos similares y que era copropietario de algunas de las inversiones de Casacol. Esto muestra una compleja red de financiación y ayudas entre sectores hoteleros y bandas criminales a través de la corporación Guadalupe perteneciente a la terraza y el viejo Estado.
Ahora en la polémica tras los casos de abuso de menores, parte de la opinión pública ha volcado la responsabilidad a los padres y el poco control que tienen sobre sus hijos. Sin embargo, reconocer las estructuras criminales detrás de los casos de explotación sexual y prostitución de niños, niñas y adolescentes, permite entender que es un problema producido y perpetuado por esta sociedad y viejo Estado, que financia grupos delincuenciales, que permite que comentan múltiples crímenes y que somete a la miseria a más de la mitad del pueblo colombiano, encontrándose de esta manera tanta vulnerabilidad en los menores que terminan siendo captados por redes de tratas de personas.
Además de esto, con la decadencia ideológica del imperialismo, donde vuelve a las mujeres objeto sexual, que promueve a la industria pornográfica, lleva a que aumente la degradación de las mujeres, como se puede evidenciar en la cantidad de niños, niñas y adolescentes que son explotados, para generar riquezas que terminan en las arcas de bandas criminales y en los bolsillos del viejo Estado.
Todo lo anterior, muestra la complicidad en el actuar de la policía y los entes gubernamentales ante estos casos, recordando de esta manera que, a pesar de las pruebas existentes, Timothy actualmente se encuentra en Ohio, Estados Unidos, libre tras abusar de dos menores de edad en repetidas ocasiones, tal como lo confirma una de las niñas.
Así mismo, el viejo Estado busca criminalizar la protesta popular, como ocurrió tras la marcha del 8 de marzo cuando circuló un cartel con los rostros de 8 mujeres; que rápidamente, aún sin evidencia clara, fueron capturadas 2 marchantes y las sometieron a interrogatorios donde eran insultadas y maltratadas. Sin embargo, ante los crecientes casos de abusadores que vienen a Medellín, con claras tendencias pedófilas, el viejo Estado y las fuerzas armadas no tienen la misma celeridad. De todos los casos existentes, actualmente solo hay 20 personas en proceso de investigación, sin una clara cifra de condenas.
Lucha de las mujeres contra la explotación sexual infantil
Estos atroces crímenes contra las niñas, niños y adolescentes del pueblo han desatado la furia de las mujeres. El pasado 9 de abril alrededor de 200 mujeres realizaron un plantón frente al hotel Gotham, allí por medio de varios carteles y por medio de intervenciones y discursos, las mujeres y organizaciones de mujeres denunciaron los recientes casos y la red de explotación sexual infantil que se extiende por toda la ciudad con complicidad del viejo Estado y de los hoteles y bares. En medio del plantón las mujeres decidieron pegar los carteles en el hotel Gotham y luego hicieron una movilización que pasó por varios bares y establecimientos del Parque Lleras que son reconocidos por explotar sexualmente a niñas y niños.
En el transcurso de la movilización, la protesta de las mujeres se fue tornando cada vez más combativa; quitaron varios carteles de los bares les prendieron fuego y agitaron consignas como: ¡No son empresarios, son proxenetas! Y ¡No son clientes, son violadores con billete!, también, varias mujeres se oponían a reivindicar la prostitución como un trabajo y gritaron las consignas: ¡Nada es más bajo, que decir que es un trabajo!
Finalmente, la alcaldía y la policía amenazaron a las mujeres con reprimir la movilización si seguían bloqueando la vía, mostrando una vez más, que el viejo Estado y sus respectivos representantes son muy rápidos para salir a reprimir y criminalizar la lucha popular y que son negligentes con la judicialización de proxenetas, violadores y pedófilos.