A inicios del presente año, el presidente Gustavo Petro anunció que la “compleja situación fiscal” impediría subsidiar la tasa de interés a beneficiarios del Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex). Lo anterior contradice las promesas de campaña de condonar las deudas de los estudiantes con el Icetex, siendo una noticia devastadora para miles de deudores de dicha entidad del Estado, dedicada a financiar estudios universitarios. Hasta el año pasado, la institución brindaba un subsidio en la tasa de interés, lo cual servía de ayuda para personas con un poder adquisitivo que no les permitía pagar sus carreras. El Icetex anunció que ya no se brindará ningún subsidio y, por tanto, el pago de la tasa de interés rondará entre el 12,2% y el 17,2%.

Hace unos meses, el gobierno informó sobre un recorte del presupuesto general de $12 billones. Esto implica varios problemas para la construcción de obras públicas o la financiación de programas de Prosperidad Social, donde más de 3 millones de personas dejarán de recibir subsidios del gobierno.
Los subsidios a la tasa de interés del Icetex, son un programa del gobierno con el cual una parte del interés que debe pagar un colombiano, es aportada por el gobierno nacional. Alrededor del 91,3% de los estudiantes beneficiarios del Icetex son de estratos 1, 2 y 3. Desde algunas organizaciones estudiantiles se han realizado denuncias de la situación. Juliet Rincón, presidenta de Fenares (Federación Nacional de Representantes Estudiantiles), señala que alrededor de 156.000 usuarios deben asumir tasas de interés por encima del 17%. Esto quiere decir que la tasa será del IPC + 9%. Para las tasas de interés por mora será de IPC + 12%.
La población más afectada con la situación actual del Icetex, serán los estudiantes de bajos y medios recursos. Para ver la gravedad, según la misma entidad, se estima que 327.000 personas, que aún están en periodo de pago de créditos, verán considerablemente aumentadas las cuotas mensuales, ya sean egresados o no. Entre los afectados, se encuentran 184.000 personas en periodo de amortización (quienes terminaron su programa académico, pero aún no terminan de pagar sus créditos), 125.000 estudiantes activos y 18.000 beneficiarios que perderán apoyos en graduación y excelencia.
Sectores de la derecha de las clases dominantes, han criticado la desfinanciación del Icetex, argumentando que el plan del gobierno es acabar paulatinamente con dicha institución. El gobierno Petro no ha reconocido públicamente dicho plan, sino que ha justificado la medida, como una consecuencia del grave déficit presupuestal que actualmente vive el Estado. Sin embargo, en 2022, cuando Petro proponía la condonación de los créditos educativos, afirmaba: “Propuse condonar los créditos del Icetex porque llevan al estudiante a dejar la universidad, a no tener opción de emprendimiento después de graduarse o a pensar en el suicidio. La educación superior es un derecho no un negocio con dinero público.” (Cursivas nuestras)
Para comprender esta polémica, es importante un breve contexto. Desde los años 90, cuando se impulsó el modelo económico neoliberal, centrado en el gran capital no estatal (capital privado), las clases dominantes han buscado, de diferentes formas, ir desmontando la educación superior pública gratuita, y reemplazarla, tanto por educación superior privada, como por educación superior pública NO gratuita; paralelo a ello, las clases dominantes fortalecieron la oferta de créditos educativos en manos del gran capital financiero. De esa forma, los jóvenes estudian 5 años, pero luego terminan endeudados por 20 años o más, enriqueciendo a los bancos. El Icetex, durante décadas, ha sido una institución fundamental en ese plan de desfinanciación de la educación pública gratuita y fortalecimiento del crédito educativo para enriquecer al gran capital financiero, convirtiendo la educación en un negocio. Por esa razón, en varios de los grandes paros estudiantiles nacionales, como el de 2011, o el de 2018, el movimiento estudiantil ha exigido, el desmonte de dicha política que favorece el crédito educativo mientras golpea a las Universidades Públicas. Así pues, el Icetex ha sido por años, símbolo de un modelo educativo neoliberal que desfinancia las Universidades Públicas, por eso, dentro del movimiento estudiantil, no solo se han producido denuncias sobre dicha política, sino que se han presentado ataques a sus instalaciones, con pintura, bombas incendiarias y piedras, como ocurrió en septiembre de 2019, durante una marcha universitaria.

Exigir que, desde el Estado se deje de incentivar el crédito educativo, y que, con esos recursos, se fortalezcan las Universidades Públicas, ha sido una bandera del movimiento estudiantil desde hace décadas. También, se ha luchado para que la oferta de créditos educativos por parte del Estado, tenga un alto porcentaje de condonación y tasas de interés cero (0%), lo que realmente garantizaría más acceso a la educación, y no un endeudamiento para toda la vida. Sin embargo, avanzar en estas reivindicaciones no debe implicar el perjudicar a quienes ya se encuentran pagando sus estudios con créditos educativos.
El gobierno Petro, al desfinanciar el Icetex, no está avanzando en el cumplimiento de esas reivindicaciones históricas del movimiento estudiantil, pues, por un lado, esos recursos que se le están quitando al Icetex, no ingresarán a la base presupuestal de las Universidades Públicas, y por otro lado, cientos de miles de jóvenes que actualmente tienen deudas con el Icetex, verán empeoradas sus condiciones económicas y su calidad de vida. Realmente, la desfinanciación obedece, a la grave crisis fiscal que atraviesa el Estado, frente a la cual, el gobierno del «cambio», al igual que los gobiernos de derecha del pasado, están buscando la forma de descargar el peso de la crisis sobre el pueblo trabajador, con medidas como el aumento del precio de la gasolina, eliminación de subsidios para jóvenes, para vivienda y ahora con el aumento en los cobros mensuales para los deudores del Icetex.


Si bien, los estudiantes universitarios llevan décadas luchando por un nuevo modelo de educación superior, pública, gratuita y de calidad, en contra del modelo de educación mercantil, no todas las personas pueden ingresar a la Universidad Pública, bien sea porque no logran pasar, o porque no encuentran allí lo que quieren estudiar. Por ello, en el actual modelo educativo, el Icetex ha sido una oportunidad de acceso a la educación superior, por lo que la medida del gobierno, de eliminar el subsidio a la tasa de interés, tienen graves consecuencias para sus deudores. Así, en unos pocos meses, el gobierno Petro pasó de prometer condonación e intereses cero, a todo lo contrario: elevar considerablemente las cuotas mensuales de los deudores.
En medio de la controversia, el Ministerio de Educación y el Icetex dicen que “hallarán soluciones” para mitigar el impacto de estas medidas, pero realmente no se han transmitido alternativas. Algunas denuncias plantean, que estudiantes de carreras como medicina, quienes tienen que pagar cuotas mensuales de $4 millones mensuales, podrían ahora enfrentar cuotas de $6 millones.
El gobierno Petro también ha responsabilizado de la situación a la Corte: “Fue la Corte Constitucional, en su sabiduría, aunque no entienda las razones, la que por mayoría decidió declarar inconstitucional la tasa de interés cero para créditos en el interés (sic), que el Gobierno logró aprobar en el Congreso”. A esto la Corte respondió argumentando que no se tramitó de forma correcta el artículo 95 de la Ley 2277, e instó al Congreso a tramitarlo de forma correcta. Por otro lado, dicho artículo pretendía que el subsidio a la tasa de interés fuese asumido por las Universidades, lo cual tiene demandas que aseguran que es inconstitucional. La Corte señaló que el gobierno ya cuenta con plenas facultades para ofrecer subsidios y condonaciones a los deudores del Icetex, y que la caída de dicho artículo no impide hacerlo. Según cuentas filtradas del Ministerio de Educación, mantener los subsidios de la tasa de interés representan apenas el 6% de la inversión de dicha cartera.
La pugna burocrática entre el gobierno, la Corte y el Congreso, y la tardanza de alternativas para solucionar la problemática, por parte del Ministerio o del mismo Icetex, para aliviar la carga del estudiantado, es una de las caras que tiene el Estado, que a favor de las clases dominantes burguesas y latifundistas, no centra sus esfuerzos en solventar las necesidades de las clases trabajadoras. La crisis presupuestal y los recortes, han afectado a gran parte de trabajadores, ciudadanos y estudiantes, como mencionamos en otro artículo: Gobierno Petro recorta presupuesto a los derechos del pueblo. Las palabras del presidente reflejan poca importancia ante los problemas del estudiantado, y muestran la inviabilidad de lograr cambios a favor del pueblo, a través de las instituciones burocráticas. El estudiantado debe volver a levantar sus banderas de lucha históricas, porque mientras el gran capital predomine por encima de las necesidades de las masas, los estudiantes no podrán gozar de educación de calidad.
